Arrancó la temporada por todo lo alto el Obradoiro de Santiago al vencer al Baloncesto Sevilla por 88-53 después de un partido que se puede considerar altamente sobresaliente, bordando el baloncesto, con un juego muy preciso en ataque y un derroche encomiable de lucha en defensa. Liderados por el MVP Angelo Caloiaro (21 puntos, 29 de valoración) y bajó la batuta de un magnífico Donnie McGrath (12 puntos, 6 asistencias, 23 de valoración).
Comenzó a ganar a batalla el equipo local desde el primer segundo de partido. Después de unos primeros instantes de dudas, y de los sustos de Triguero y Berni Rodríguez, asumió galones Adam Waczynski. El polaco actuó como referente y se apuntó el primer triple de la temporada, muy celebrado por la afición.
La irrupción del escolta liberó de presión a sus compañeros, cada vez más cómodos en pista, desplegando un juego eficaz y con mucho criterio. El soberbio trabajo en defensa puso los cimientos para la victoria del Obradoiro. Hasta trece balones recuperaron los gallegos, forzando 19 pérdidas por parte del bando hispalense. A partir de ahí, corrió el Rio Natura y desplegó un baloncesto imparable e impredecible para los de Luis Casimiro.
El Baloncesto Sevilla mejoró sus prestaciones durante una parte del segundo cuarto, con acierto en el tiro de tres por parte de Henton y Anderson. Empataron los visitantes justo antes de que Santi Yusta diese el pistoletazo de salida a siete minutos en los que el Rio Natura Monbus Obradoiro bordó el baloncesto. El triple esquinado del joven alero terminó por desencorsetar a los compostelanos y a disipar dudas haciendo un parcial de 19-2 que resultó demoledor para la escuadra sevillana.
No levantó el pie del acelerador el Rio Natura a la vuelta de vesuarios. Con Donnie McGrath en cancha pareció paralizarse el tiempo. El base disfrutó e hizo vibrar al Sar. Repartió juego – hasta seis asistencias – y no le tembló el pulso a la hora de buscar canasta. No supo qué hacer para frenarle el Baloncesto Sevilla. Rizó el rizo el conjunto obradoirista, con una lección de juego muy agradecida por los espectadores. Rápidas triangulaciones y un gran uso del extrapass para los triples de Benzius, Adam y Caloiaro minaron definitivamente la moral andaluza. Los santiagueses estuvieron por encima del 50% de efectividad en el apartado triplista.
Comenzó a ganar a batalla el equipo local desde el primer segundo de partido. Después de unos primeros instantes de dudas, y de los sustos de Triguero y Berni Rodríguez, asumió galones Adam Waczynski. El polaco actuó como referente y se apuntó el primer triple de la temporada, muy celebrado por la afición.
La irrupción del escolta liberó de presión a sus compañeros, cada vez más cómodos en pista, desplegando un juego eficaz y con mucho criterio. El soberbio trabajo en defensa puso los cimientos para la victoria del Obradoiro. Hasta trece balones recuperaron los gallegos, forzando 19 pérdidas por parte del bando hispalense. A partir de ahí, corrió el Rio Natura y desplegó un baloncesto imparable e impredecible para los de Luis Casimiro.
El Baloncesto Sevilla mejoró sus prestaciones durante una parte del segundo cuarto, con acierto en el tiro de tres por parte de Henton y Anderson. Empataron los visitantes justo antes de que Santi Yusta diese el pistoletazo de salida a siete minutos en los que el Rio Natura Monbus Obradoiro bordó el baloncesto. El triple esquinado del joven alero terminó por desencorsetar a los compostelanos y a disipar dudas haciendo un parcial de 19-2 que resultó demoledor para la escuadra sevillana.
No levantó el pie del acelerador el Rio Natura a la vuelta de vesuarios. Con Donnie McGrath en cancha pareció paralizarse el tiempo. El base disfrutó e hizo vibrar al Sar. Repartió juego – hasta seis asistencias – y no le tembló el pulso a la hora de buscar canasta. No supo qué hacer para frenarle el Baloncesto Sevilla. Rizó el rizo el conjunto obradoirista, con una lección de juego muy agradecida por los espectadores. Rápidas triangulaciones y un gran uso del extrapass para los triples de Benzius, Adam y Caloiaro minaron definitivamente la moral andaluza. Los santiagueses estuvieron por encima del 50% de efectividad en el apartado triplista.
Tampoco en defensa bajaron la concentración los locales. Angelo y Pustovyi taponaron y nublaron en ataque a las torres hispaleses. Mientras, Juanjo Triguero ponía en pie a Sar colgándose del aro en una jugada en la que intervinieron los cinco jugadores en pista del Rio Natura y que fue un fiel reflejo del baloncesto exquisito que practicaron los hombres de blanco .
En el último cuarto buscó reducir el resultado el Baloncesto Sevilla. Fueron unos grandes minutos de Alfonso Sánchez, un exobradoirista que recibió el cariño de la que fue su afición hace varias temporadas. El escolta forzó faltas y anotó ocho puntos consecutivos, para acabar siendo el mejor de los suyos (10 de valoración).
No le duró demasiado la alegría a los de Casimiro, porque Angelo Caloiaro decidió que quería más. Pese a la gran cantidad de minutos que estuvo en cancha como consecuencia de la baja de lesión de Alec Brown, el rendimiento del ala-pívot italoamericano no se resintió y continuó hasta el final exhibiendo ganas y energía. Volvió a acertar de tres, y corrió la cancha para poner fin a a un gran contraataque conducido por el espléndido McGrath.
Gozó la afición durante los últimos minutos, más pendiente de celebrar la primera victoria de la temporada que de lo que sucedía sobre el parquet.
Por cierto, hoy si sonó el miudiño con todo lo que conlleva para el equipo y para los aficionados en el Sar.
Salvador López
En el último cuarto buscó reducir el resultado el Baloncesto Sevilla. Fueron unos grandes minutos de Alfonso Sánchez, un exobradoirista que recibió el cariño de la que fue su afición hace varias temporadas. El escolta forzó faltas y anotó ocho puntos consecutivos, para acabar siendo el mejor de los suyos (10 de valoración).
No le duró demasiado la alegría a los de Casimiro, porque Angelo Caloiaro decidió que quería más. Pese a la gran cantidad de minutos que estuvo en cancha como consecuencia de la baja de lesión de Alec Brown, el rendimiento del ala-pívot italoamericano no se resintió y continuó hasta el final exhibiendo ganas y energía. Volvió a acertar de tres, y corrió la cancha para poner fin a a un gran contraataque conducido por el espléndido McGrath.
Gozó la afición durante los últimos minutos, más pendiente de celebrar la primera victoria de la temporada que de lo que sucedía sobre el parquet.
Por cierto, hoy si sonó el miudiño con todo lo que conlleva para el equipo y para los aficionados en el Sar.
Salvador López
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