TRAIL BLAZERS
120-108 GSW
(GSW ganan
2-1)
El problema de jugar contra los Warriors es elegir las armas
con las que quieres combatir a todo su arsenal, a pesar de que esté mermado por
la pérdida momentánea de su máximo cañonero. Si decides defender, has de hacer
una defensa casi perfecta, al alcance de muy pocos equipos hoy en día, que
impida desarrollar toda la eficacia ofensiva que poseen a los de la bahía, y si
lo que decides a ir al ataque sabes que has de mantener una efectividad
sobresaliente con la que logres una anotación superior a los 110 puntos…y rezar
porque ellos no estén demasiado acertados.
Hoy ha sido uno de esos días, de los segundos, con Lillard
(40 puntos y 10 asistencias) anotando y haciendo jugar, Aminu (23 puntos) y
McCollum (22 puntos) haciendo inútil la aportación de Klay Thompson (35
puntos), especialmente en la primera mitad, y de un excelso gladiador
incansable como es Green (37 puntos, 9 rebotes y 8 asistencias) que aporta en
todos los lugares del campo.
Desde un primer momento se vio cómo mientras que los Blazers
estaban acertados de cara al aro, los Warriors, salvo Thompson, tenían el día
negado en el tiro, lo que hizo que al descanso se llegase con un 58-46 en el
marcador, lo que supone una anotación casi irrisoria para el equipo que más
puntos por partido mete en toda la NBA.
En la segunda mitad aumentó considerablemente el ritmo
anotador de los de Steve Kerr, pero los de Oregón mantuvieron la concentración
ofensiva y a cada canasta de los GSW le respondían los Blazers con unos
lanzamientos espectaculares de cualquiera de sus tres máximos anotadores.
La decisión que tome Curry y el equipo médico de los Warriors
sobre su participación en el cuarto partido de esta serie será determinante…para
bien o para mal. Yo, si me lo permiten, preferiría un día más de descanso…independientemente
del resultado que se dé en ese próximo partido. No sería bueno que el pan para
hoy se transformase en hambre para mañana para el equipo récord.
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