martes, 3 de mayo de 2016

EL FEO, EL FUERTE Y EL FORMAL.



SAN ANTONIO SPURS 97-98 OKLAHOMA CITY THUNDER

(Serie 1-1)

El partido más serio que se ha visto jugar a los Thunder en los últimos años. Desde un primer momento se vio que lo que había ocurrido en el primer partido no iba a suceder en este. Parafraseando el epitafio de John Wayne, al "Fuerte" Westbrook (29 puntos) y al "Formal" Durant (28 puntos) les acompañó su fiel escudero (o sería mejor decir el leñador de los bosques de Nueva Zelanda) el "Feo" Steven Adams (12 puntos 17 rebotes) en una labor encomiable en ambos tableros, pegándose con todo aquel que estuviese a su lado, y esta vez también se les unió Ibaka, que tiene un ataque de urticaria cada vez que pisa la zona de ataque y prefiere quedarse fuera para recibir y jugarse un lanzamiento de tres puntos.

Por parte de los Spurs sólo compareció en el partido Lamarcus Aldridge (41 puntos), mientras que Leonard demostró desde el primer minuto que este no iba a ser su día, cuando falló una entrada a canasta sólo. Nunca se encontró cómodo. Mención aparte me merece Tim Duncan, quien tengo la sensación de que por cada punto que anota Aldridge a él le queda un día menos de seguir jugando en la NBA. Nadie discutirá su historia, pero sus mejores días parece obvio que quedaron atrás. En ningún momento del partido pareció que los de Texas tuviesen una oportunidad real de ganar el partido ante la seriedad de los de Oklahoma...y, cuando la tuvieron, no la supieron aprovechar.

Así es,  aunque parezca increíble, los Spurs tuvieron la opción de vencer en el partido en una última jugada que resume lo nefasto de su partido, cuando, tras un penoso saque de banda por parte de Waiters hacia Durant, que recuperó Green y se lo pasó a Mills que se lo dio a Ginobilli  para que iniciara una penetración que, en otros momentos hubiese significado un 2+1, pero lo sacó para que Mills lanzase un triple desde la esquina solo, pero la sóla presencia de Adams volando hacia él supuso la suficiente intimidación para que casi no tocase ni el aro prácticamente. El balón lo recogió del suelo Aldridge, pero no fue capaz de subirlo y el partido terminó entre un tumulto bajo el aro, donde los árbitros miraron hacia otro lado para no tomar una decisión que hubiese podido ser determinante en favor de los Spurs.

Ahora toca viajar a Oklahoma, donde a los Thunder les tocará confirmar que este partido será una seña de identidad a partir de ahora, o donde los Spurs tendrán que remontar la eliminatoria.

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