EL QUE PARTE Y REPARTE....

OKLAHOMA CITY THUNDER 96-100 SAN ANTONIO SPURS

(SPURS ganan 2-1)

El precio que pagan los Spurs por adaptarse a las circunstancias del juego no es tan alto como el que pagan los Thunder por no hacerlo.

¿A qué me refiero? Pues a algo tan sencillo y simple como lo siguiente: Gregg Popovich sabe que puede sentar en el banquillo a una superestrella como Tim Duncan y que este no juegue en el último cuarto (2 segundos para realizar un saque de banda), sin que se produzca un cataclismo que acabe en  una tragedia. Mientras que Billy Donovan se ve obligado, por un motivo u otro, a mantener a Westbrook (31 puntos y 9 reb) y a Duran (26 puntos) en cancha más tiempo del que sería necesario para poder mantenerles frescos al final del encuentro. Esto supone que Westbrook anote 10 de 31 de sus lanzamientos, acaparando balones en el último cuarto para meter 3 de los 7 lanzamientos que hizo en este periodo y, por otro lado, la influencia psicológica que tiene en el resto de compañeros es inversamente proporcional en ambos casos, porque aunque el juego de los Spurs pase por las manos de Aldridge  (24 puntos y 8 rebotes) y de Leonard (31 puntos con un 9 de 17 y 11 rebotes) en la mayor parte de las posesiones, el resto de compañeros saben que han de ser partícipes en el juego y en la anotación del equipo si quieren que San Antonio venza y, sin embargo en los Thunder ocurre lo contrario, ya que de sobra es conocido por todo el mundo que el protagonismo anotador de este equipo pasa por las manos de las dos superfiguras, con la intervención de Ibaka de vez en cuando, y el resto son meros comparsas en el juego de ataque.

San Antonio sabía que debía de intentar parar el juego rápido y veloz de los Thunder para ajustar su defensa de ayudas, y lo consiguió a pesar de tener que pagar un peaje con las faltas personales, pero eran faltas inteligentes, ya que no suponían lanzamientos de tiros libres en la mayoría de los casos (20 lanzamientos de libres hizo OKC por 34 de Spurs cometiendo 4 faltas más). Así logró una ventaja de 7 puntos al final del primer cuarto (20-27) que supo mantener y administrar a lo largo de todo el encuentro, a pesar de que Oklahoma llegase a ponerse en el marcador en algunos momentos del encuentro, pero cada remontada de los Thunder era replicada de manera inmediata por los de Texas para no permitir que la alegría les durase demasiado tiempo a los locales.

En el último cuarto los Spurs demostraron que como equipo son mucho mejores que los OKC y además acertaron con los tiros libres (11 de 12), que hasta el momento había sido una especie de tortura para ellos, con un Leonard en estado de gracia cogiendo un rebote ofensivo que fue determinante para el resultado final.

Próximo partido el domingo para definir el futuro de la eliminatoria.