miércoles, 25 de mayo de 2016

PESADILLA EN LA BAHÍA


OKC 118-96 GSW


(OKC gana 3-1)


De repente el País de Nunca Jamás, en donde los niños perdidos Curry, Thompson, Green  y Kerr jugaban sin ninguna otra preocupación durante todo el día, donde nunca hace mal tiempo, donde todo es paz, amor y felicidad, se ha transformado en el País del Día Después, donde los  ultramodernos T-3000 Westbrook, Durant, Ibaka y Adams, compuestos de nanomáquinas que dominan el mundo dirigidos por la Inteligencia Artificial  del Skynet Billy Donovan, acabando con cualquier resistencia humana que encuentran a su paso.

Los Warriors han mostrado todas y cada una de sus carencias de sopetón. Todas a la vez. Todo aquello que parecía perfecto se ha desmoronado como si de un castillo de naipes se tratase al primer rugido del trueno de Oklahoma. Muestran una carencia reboteadora vergonzosa que hace que cojan el doble de rebotes en ataque que los de la Bahía, en donde el T-Adams domina los tableros  pese a los intentos de derribar a patadas a este coloso neozelandes. Su máximo reboteador a lo largo de la temporada, Draymond Green, no llega a los 6 rechaces por partido en esta serie….y cogía casi el doble. Sus pívots demuestran unas limitaciones escandalosas, que llegan al punto de la autodefensa de Ezeli (el único pívot del mundo que conozco que realiza un giro sobre sí mismo antes de lanzar a canasta…sea cual sea su situación de tiro), y al autobanquillo de Bogut a base de faltas en ataque en los bloqueos con su culo. La defensa es, ¿cómo lo diría yo finamente?, una completa basura (por no decir algo más escatológico) que permite que en los dos partidos de Oklahoma  los Thunder les metan un 144 (72 puntos al descanso en cada partido) a 100 en la primera mitad, con desventajas de 25 y 19 puntos que tienen que intentar remontar en la segunda mitad. Una locura imposible. Y el muchacho rubio, simpático y agradable que tienen en el banquillo por entrenador deja mucho que desear a la hora de demostrar que él es capaz desde la banda de cambiar tácticamente  el rumbo de un partido…pero se limita a mirar a los árbitros, a protestar con media sonrisa de frustración en el rostro y a menear la cabeza como no creyéndose que hay un equipo que les está arrollando en la cancha.

Mención aparte merece el arbitraje casero de estos dos últimos partidos en Oklahoma. Menos mal que hoy no les ha dado por revisar todas las jugadas, como hicieron en el partido anterior. Resulta poco creíble a estos niveles de profesionalismo y de dureza en el juego por lo que se están jugando los dos equipos, que haya tal diferencia en las faltas señaladas a unos y a otros, y los tiros libres que lanzan unos con los que lanzan los otros. Yo no me creo que un equipo defienda con tal perfección que no permita que el otro anote  tantos puntos menos que ellos y que hagan que los Warriors pierdan tantos balones estúpidos en pases. No me lo creo. Hoy han sido 28 tiros libres para OKC por 17 para GSW en la primera mitad de partido. Bastante claro queda.

A todo esto hay que decir que los Thunder algo harán para ganar…¿no? Pues sí. Juegan en equipo, a pesar de tener a dos superestrellas, mueven el balón hasta lograr tiros bastante cómodos en muchas ocasiones, cosa que no ocurre con unos Warriors que están limitados a lo que hagan Curry y Thompson en esta serie. Y la intensidad, las ganas y el deseo por ganar que muestran los de Oklahoma choca frontalmente con las muestras de apatía y frustración de los de Oakland. Sólo hay que ver cómo se lucha cada balón perdido sin dueño por parte de unos y de otros para encontrar la explicación a muchas dudas.

El partido duró un par de instantes, los que mentalmente los Warriors estuvieron en el partido concentrados, que fueron uno al comienzo del mismo, cuando ganando por 6-8 se cortocircuitaron y pasaron a perder por 22-8 y liquidar una primera mitad con una desventaja de 19 puntos (72-53), y cuando tras el descanso apareció Klay Thompson en el partido para anotar 19 puntos que redujo la diferencia hasta los 6 puntos (80-74), que pudo ser menor si él mismo hubiese anotado un lanzamiento triple desde la frontal….pero no entró y Oklahoma se recompuso para acabar el tercer cuarto con una ventaja de 12 puntos mucho más tranquilizadora (94-82).

Ahí se acabaron los Warriors. No hay para más es un equipo que se muestra tan carente de fortaleza mental para afrontar estos partidos. A quienes les guste saber de los puntos de las figuras decir que por los Thunder, Durant anotó 26 puntos con un 33 por ciento de acierto, Westbrook hizo un triple-doble con 36-11-11, e Ibaka 17 puntos y 7 rebotes. Por GSW fue Thompson el máximo anotador con 26 puntos y más del 50 por ciento de acierto,  Curry metió 19 puntos con un 30 por ciento de acierto y perdió 6 balones (alguno más diría yo), y Green anotó 6 puntos y perdió otros 6 balones con un 14 por ciento en tiros de campo.

¿Conseguirá salir de la pesadilla del Judgement Day el jueves GSW?

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