El Portis que todos esperaban.
Los Bulls recibían a unos Knicks sin Derrick Rose por una tendinitis en un hombro pero tampoco es que lo echaran de menos y todo gracias a unos Knicks que no consiguen cuajar una buena racha de victorias con un Porzingis muy por debajo del nivel de sus primeros partidos y con un Carmelo Anthony en su línea con 20 puntos y 7 rebotes que acompañado de los 18 puntos y 4 asistencias de Jose Manuel Calderón fueron de lo mejorcito de unos Knicks que mostraron su peor cara en el primer cuarto con una serie de 10 tiros de campo seguidos fallando anotando sus dos primeros puntos a 8 minutos del final de los primeros 12 minutos y un vergonzoso último cuarto en el que los Bulls le endosaron un más que sonrojante 31-8 algo a lo que los de Nueva York nos tienen acostumbrados desde la temporada pasada. De ahí que no nos sorprenda nada a estas alturas por parte de los de la gran manzana. Por su parte los Bulls a pesar de la baja de Rose hicieron un partido muy serio en ataque como en defensa y con la aportación extra de un inesperado Bobby Portis que terminó su partido con 16 puntos y 10 rebotes acompañado por un magnífico Butler que sigue haciendo méritos para estar presente en el fin de semana de las estrellas y que acabó su actuación con 23 puntos, 4 rebotes y 6 asistencias y siendo más que efectivo en todas las facetas del juego en las que también tuvieron una notoria actuación Pau Gasol y Nikola Mirotic con 17 puntos cada uno de ellos. Dough McDermott estuvo fino en el tiro y justificando el aumento de minutos y la confianza mostrada por parte de Hoiberg con 13 puntos y con un 3 de 4 en tiros desde el perímetro. Un partido el de los Bulls que confirma la intención de un equipo de tener una presencia notoria y con aspiraciones a hacer algo importante en la post-temporada. En Chicago no echan de menos a su jugador franquicia. Con Rose se gana y sin Rose también.
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