Esta semana he
tenido la oportunidad de ver jugar los dos partidos del Real Madrid (Euroliga y
liga) y cada vez que pienso en ambos partidos lo primero que me viene a la
cabeza es un nombre: el de Jaycee Carroll.
Particularmente
quiero decir que para mí Jaycee tiene bastantes carencias: defensivas, de
manejo del balón cuando debe botar e incluso algo de candidez cuando está bajo el aro, pero luego me digo: ¿y para que narices necesita eso?
Yo soy muy fan de
jugadores que te dan varias cosas durante muchos minutos, con mucho peso específico, pero soy más fan
todavía de jugadores como Jaycee, de esos jugadores que solo necesitan rondar por
fuera del perímetro un par de minutos de cada cuarto para sacarte de un atolladero, para reventar un partido o para volver a
meterte en él y que sin duda todo equipo campeón debe tener.
Eso es lo que ha
hecho Carroll esta semana. Contra Bayern de Munich metió 14 puntos en 13
minutos, entre ellos el triple que le dio la victoria al Real Madrid, y ayer
contra Movistar Estudiantes otros 14 puntos, siendo el segundo máximo anotador
de su equipo en solo 10 minutos que estuvo en cancha durante todo el partido.
¡¡¡Y eso es lo
mejor!!! Yo no necesito que Jaycee juegue muchos minutos, es más, creo que
cuanto más juega más se dispersa, y es que esos 10 minutos en los que participa son una bendición para
el baloncesto.
Para mí este
deporte es adrenalina pura y dura y el bueno de Carroll me la suministra a borbotones.
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