NBA Jornada 14 (10 Nov. 15)

Philadelphia 76ers 88  Chicago Bulls 111

McDermott lanzando

Victoria fácil de los Bulls de Chicago ante unos Sixers que se siguen hundiendo al más puro estilo Titanic, lenta y dolorosamente.

Con Nerlens Noel y Kendall Marshall vestidos de calle en el banquillo, el comienzo de partido para los Sixers pintaba aun peor de lo habitual. Con la primera ventaja cómoda de los Bulls en los primeros compases del juego (+15), se adivinaba el devenir de los acontecimientos.

Gasol, totalmente metido en su rol de jugador de aportación indispensable, hizo un señor partido con 16 puntos, 9 rebotes y 6 tapones. Snell y McDermott, muy acertados en el perímetro, abrían aun más la maltrecha y horriblemente mal ajustada defensa de Philadelphia. La mejor noticia es la recuperación de Nikola Mirotic en cuanto a efectividad en el tiro se refiere. Sus últimas actuaciones le otorgaban muchas papeletas para relegarlo al banquillo a favor de Joaquim Noah, pero la gran actuación de ayer, 20 puntos y 10 rebotes con un 42% de acierto desde la larga distancia, echa leña al fuego del debate de la titularidad del hispano-montenegrino. Hoiberg tendrá la última palabra.

En el bando local, Jahlil Okafor realizó un doble-doble con poco mérito en cuanto a los puntos, pues su porcentaje de acierto es más que dudoso  (9/25 en tiros de campo), aunque los 15 rebotes, si son meritorios, aunque no debemos olvidar que ejerce de tuerto en el país de los ciegos.

Atlanta Hawks 107      Minnesota Timberwolves 117

Towns y Wiggins 

Atlanta se cansa de nadar para acabar muriendo a la orilla.

Los Minnesota Timberwolves hacen buenos mis pronósticos de equipo revelación del año y le asestan un zarpazo considerable a los Halcones, a base de Juventud e intensidad. Partido increíble en cuanto a ritmo, no apto para cardiacos y si para ver repetido dos o tres veces.

Comenzaron los Lobos mordiendo fuerte con un intratable Wiggins que penetraba por la zona de Atlanta, como si fuese un cuchillo en mantequilla. La capacidad atlética que demuestra en sus acciones es algo que realmente asusta. Martin y LaVine, muy activos, fuero de gran ayuda en ataque y en defensa. Mientras tanto Karl Anthony Towns, daba muestras de ser un jugador completísimo, con 17 puntos, 13 rebotes y 3 tapones. El aluvión ofensivo de la manada, estaba perfectamente orquestado por ese genio que es don Ricard Rubio (lo de Ricky ya suena a poco), con 10 puntos, 8 certeros pases de canasta y 3 robos. Rubio es el aceite que lubrica el engranaje de la maquinaria de los Wolves.

Pero Atlanta es Atlanta y la cosa cambió. La debacle se medía ya por una desventaja de 34 puntos, es entonces cuando el otro dominicano (Al Horford), desaparecido en la primera mitad, aparecía para distribuir desde el centro de la zona como el solo sabe y aumentar la intensidad defensiva. Con él, reapareció también, el resto de la defensa de Atlanta, que comenzó a adivinar líneas de pase y a correr contraataques, alentados por un pabellón que veía como era posible obrar el milagro. Los pívots de Atlanta  son muy buenos, y cuando juegan fundamentos de 2x2 en el poste alto son muy difíciles de defender. Con una canasta de Millsap plena de fundamentos individuales, se establecía el increíble 107 – 106 para Atlanta a poco mas de 3 minutos para el final. El pabellón se venía abajo y el ambiente era más propio de unas series finales, que de inicio de liga regular.

Pero Wiggins no estaba dispuesto a realizar uno de esos  partidos individualmente intachables, pero que no ayudan a vencer, y cogió la manija de manera autoritaria para anotar 7 puntos seguidos de manera incontestable. Acabó con 33 puntos (15/22), demostrando que no le pesan los galones.

Atlanta reaccionó tarde y no pudo ser, mientras que Minnesota cada día es mejor equipo.

Golden State Warriors   109     Detroit Pistons 95

Curry supera a Drummond

Las bestias de Motown fueron domadas ayer por los actuales campeones, demostrando que la calidad sin regularidad, no es garantía de éxito.

Llegaban al Oracle Arena los Pistons, con su pareja revelación a la cabeza, con la intención de continuar la inercia del partidazo ante Portland, pero los Warriors tenían otros planes.  Cuando la maquinaria de Golden funciona a ralentí, es porque no necesitan más revoluciones para llevarse el partido, y eso fue lo que hicieron ayer. Curry con 22 puntos y Klay Thompson con 24 fueron los principales baluartes ofensivos. El parcial en el primer cuarto ya daba una idea de la dirección del partido (27 -15 para Golden). Bogut volvía a jugar, pero era Drummond quien mandaba en la pintura (14p  15rb). El problema es que cuando un equipo tiene un 57% de acierto en el tiro de larga distancia, y tu defensa exterior no es buena, tienes los días contados.

Reggie Williams llegó a los 20 puntos y el Rookie Stanley Johnson anotó otros 20 haciendo un buen partido. La conclusión es sencilla, puedes batir records individuales hasta que te aburras, pero el baloncesto lo ganan equipos. Golden State ganó sin despeinarse y Drummond  135 puntos y 135 rebotes en 7 partidos, pero ha perdido otro.

Los Angeles Clippers   94      Memphis Grizzlies   92

Marc Gasol

A los Grizzlies de Marc ya no les falta motivación si no suerte.

Y si, digo suerte y no fallo de Marc como publica el 90% de la prensa, y paso a argumentar el porqué.  Cuando alguien no ha sido jugador, no es capaz de saber lo que pasa por la cabeza de un  jugador que falla un tiro que vale un partido. Yo lo he sido, lo he sufrido y afirmo rotundamente que una de las canastas falladas por cualquier otro jugador en el primer cuarto, habría dado la vuelta al marcador. Al fin y al cabo puntos son puntos. Es como el eterno debate de si un penalti lo ha fallado uno, o lo ha parado el otro. Para gustos colores y los míos ya los sabéis.

Una vez aclarado esto, decir que, como ya habréis podido deducir, Marc Gasol tuvo en su mano ganar el partido con los libres y no pudo ser. En los últimos segundos dispuso de 6 y solo anotó 3, fallando los definitivos.  Memphis parece haber recuperado una gran parte de su juego y no dejó de inquietar a los Clippers hasta el último segundo, literalmente. Zach Randolph con 26 puntos encabezó el ataque de Memphis junto con Marc que se quedó en 16 puntos y 7 rebotes. Conley anotó 16 puntos pero no creó muy demasiado juego. Griffin mantuvo su buen estado de forma (24p  12 rb) y Jordan muy en su papel (13p  12rb). Reddick y Paul anotaron con buenos porcentajes pero no brillaron especialmente.

Los Grizzlies mejoran pero el 2 de 10 en triples es para hacérselo mirar. Su bagaje de victorias también (3g 6p). Los Clippers jugaron a trompicones, pero salvaron el partido.

Sacramento Kings 88   San Antonio Spurs 106

Tim Duncan frente a Cousins

San Antonio juega como sabe y se deshace sin problemas de los Kings que recuperaron a Cousins.

Cousins volvió un tanto desacertado, pero a pesar de sus 5/20 en tiros, hizo un buen partido en cuanto a registros, consiguiendo un doble-doble (21p  12rb). El problema radicó en que los Spurs cada vez se parecen más a aquellos campeones de 2014, que maravillaron a los pragmáticos del baloncesto, con un juego tan sencillo como brutalmente eficaz. Las piezas parecen encajar y todos los engranajes giran a su debido ritmo. Kawhi Leonard no se esconde, a pesar de su timidez, y con unos porcentajes de acierto sobresalientes (10/13), fue la punta de lanza de los Spurs con 24 puntos y esa sensación de tener horchata en vez de sangre. Aldridge cumplía con su papel (16p  9rb) y Duncan sigue dando lecciones de humildad a domicilio y con 11 puntos y 14 rebotes, sigue acrecentando su leyenda viva, la cual siempre está supeditada a los intereses colectivos de su equipo. “Hay que jugar por lo que llevas en el pecho, y no por lo que llevas en la espalda” dijo Duncan hace años.

Por parte local, Bellinelli se hace oír algo más, con 17 puntos y 5 asistencias, mientras que Rondo, desaparecido en ataque, repartió 12 asistencias.

San Antonio parece estar cerca de los ajustes definitivos mientras que Sacramento seguirá con la cal y la arena.

Indiana Pacers 97   Orlando Magic 84

Paul George

George Sentencia a los Magic con 27 puntos y la sensación de total recuperación.

Paul George ya parece el de antes, y en Indianápolis lo celebran. Tras estar mucho tiempo apartado del juego por una lesión y sufrir luego un lentísimo periodo de adaptación, el alero de los Pacers vuelve a sonreír. A sonreír y a hacer lo que mejor sabe hacer, echarse el equipo a la espalda y tirar del carro desde el inicio del partido. 19 puntos en el primer cuarto y canastas decisivas en los momentos críticos del partido, fueron sus cartas de presentación.

Los Magic intentaron evitar su 5ª derrota por todos los medios, pero la ausencia de Vucevic, dejaba mermada la presencia en la zona, y los jugadores de Indiana se aprovechaban de ello. George Hill con 23 puntos y 7 rebotes, se mostró muy activo.

Aun así, los Magic llegaron a los últimos compases del partido, por delante en el marcador, gracias a Fournier (21p) y Oladipo (15), pero apareció Paul George para clavar un triplazo que inclinaba la balanza del lado de los Pacers. Al final, la mejor gestión de final de partido de Indiana Hizo el resto.

Si George brilla, a los Pacers se les verá de cerca en posiciones altas. Orlando en su línea esperada.

Denver Nuggets 108   Portland Trail Blazers 104

Enmanuel Mudiay perseguido por Lillard

Exhibición de Mudiay frente a Portland que no levanta cabeza.

El Rookie de Denver, realizó un partido completísimo, que incluyó el tapón definitivo sobre Damian Lillard, que sellaba la victoria para su equipo. Sus 18 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias, fueron mucho para los Blazers, que atacan ordenadamente pero penalizan mucho en defensa. Los pick & roll de Denver se sucedían uno tras otro, y al igual que se aprecia en la imagen, tanto Lillard como McCollum, negociaban  mal las salidas de los bloqueos, propiciando muchas ocasiones de superioridad al poste. Faried (17p 8rb) y Hickson (19p 13rb), se aprovecharon de esta situación. El novato ajusticiaba en los momentos finales a Portland y hacía inútiles los 30 puntos de Lillard. McCollum sigue su buena racha con 16 puntos.

Portland necesita defender más y mejor, mientras que Denver está dando más alegrías de las esperadas. A ver si lo de Mudiay dura.