viernes, 29 de abril de 2016

Equipos españoles de leyenda: El FC Barcelona de la década de los 80 (II)

Nos situamos en la temporada 1985-86 con Aíto García Reneses al frente del equipo. El entrenador que yo me atrevería a decir que instauró el baloncesto moderno en nuestro país. Un juego basado en una defensa agresiva que permitía un juego rápido, para lo cual se precisaban realizar múltiples rotaciones con el fin de no perder un ápice de intensidad. De esta forma Aito consiguió un equipo duro y compacto, una “roca” capaz de desbancar al Real Madrid de la cima del baloncesto español y hacerse definitivamente un hueco entre los grandes de Europa.

Fuente: estadio.libertaddigital.com

Pero los inicios no fueron precisamente cómodos. Aíto, que siempre contó con el bloque español formado por Epi, Solozábal, Sibilio y De la Cruz, pretendió reforzarlo con dos extranjeros de categoría que ocuparan las plazas que más se necesitaba para hacer frente al Real Madrid: un pívot dominador y reboteador  y un ala-pívot defensor. Y aquí empezaron los problemas, ya que cuando se estaba a punto de firmar el fichaje del veterano y experimentado estadounidense Sven Nater, máximo reboteador de la Lega italiana, éste rechazó la oferta porque “una visión divina le recomendaba no jugar en España”. A ultimísima hora se contrató al canadiense Greg Wiltjer, buen reboteador pero sin la experiencia de NaterPara la posición de ala-pívot también se recurrió a la Lega italiana, fichando al también estadounidense Mark Smith que venía de promediar 22 puntos y 10 rebotes por partido.

Fuente: endesabasketlover.com

Y el tercer as en la manga tampoco salió como se esperaba. Se fichó al mormón Steve Trumbo, que venía de realizar dos excelentes temporadas en Valladolid, siendo el máximo reboteador de la Liga española, pero con la condición de que consiguiera la nacionalización española, ya que por aquélla época solo se podía contar con dos jugadores extranjeros. Y la ansiada nacionalización se fue retrasando hasta tal punto que no se lograría hasta la campaña siguiente.

Fuente: blaugranas.com

En la competición española cayó en semifinales de la Copa del Rey ante el Joventut por un apretado 115-120 y en la final de la Liga ante el Real Madrid por un claro 2-0. Estas “decepciones” unido a las críticas recibidas por no acabar de entenderse el baloncesto moderno que proponía Aíto hicieron saltar los rumores sobre su valía, pero lo que es el destino, la competición europea serenó los ánimos y permitió realizar su trabajo al entrenador madrileño.

Esta temporada 1986-87 el FC Barcelona disputaba la Recopa. Y en semifinales se encontró con el TSKA de Moscú de Gomelski, en el que sobresalían el gigante Tatchenko, Tarakanov, Tikonenko y Pankrashyn. En la ida, disputada en el Palau, el juego vibrante del equipo arrolló a los soviéticos, obteniendo 19 puntos de ventaja con Solozábal y Sibilio espléndidos.  En la vuelta se sufrió, ya que los rusos llegaron a ponerse con 13 puntos de ventaja a falta de seis minutos, pero ahí apareció la maestría de Solozábal para llevar el partido donde Aito quería. Su dirección, junto con la aportación de Epi (20 puntos) y Smith (18 puntos) salvaron los muebles.

Fuente: veteransbasquetfcb.com

En la final de Caserta esperaba el Scavolini de Pesaro. Había que contrarrestar su fuerte juego interior de Magnifico, Ario Costa y Tillis, bien equilibrado con sus anotadores Silvester y Zampolini y la dirección magistral del base Fredrick.  Fiel a sus ideas, Aíto consiguió dominar el rebote (37 frente a 18) con Wiltjer, De la Cruz y el joven Julián Ortiz y se aprovechó del acierto en el porcentaje de tiro de sus jugadores exteriores para terminar venciendo 101-86 y conseguir así el segundo título continental del club.

Decía por entonces José Luis Núñez que “la diferencia entre el Real Madrid y nosotros se llama Fernando Martín”. Pues el azar le tuvo que escuchar porque la campaña siguiente, 1986-87, el pívot madrileño decidió probar la aventura de la NBA en los Portland Trail Brazers.

Fuente: elpais.com

Además, en la dirección técnica del club se producía la llegada de un directivo clave también para el futuro de la sección: Salvador Alemany, quien no dudó en hacer todo lo posible para satisfacer las necesidades de Aíto: las contrataciones del ala-pívot Andrés Jiménez y del base Joaquim Costa, dos jugadores con los que había forjado años atrás la leyenda del Cotonificio de Badalona.

Y es que con Andrés Jiménez de nuevo Aíto revolucionaba nuestro baloncesto. Pasó de la concepción de dos aleros tiradores exteriores con más aportaciones ofensivas que defensivas, a la utilización de un alero alto, capaz de intimidar y rebotear. Se puede decir que Jiménez es el primer tres alto de España (el antecesor de Pau), un jugador con altura de pívot capaz de jugar de cara al aro con la movilidad de un alero y con un buen tiro de 4-5 metros. “El hombre que marca la diferencia en el baloncesto español” como decía Andrés Montes

Fuente: listas.20minutos.es

Andrés Jiménez permaneció en el FC Barcelona desde la temporada 1986-87 a la 1997-98 obteniendo 7 Ligas, 4 Copas, 1 Korac y 4 subcampeonatos de la Copa de Europa. En la historia de la Liga es el 22º máximo anotador, 36º en minutos jugados y 36º en rebotes capturados. Su camiseta con el dorsal 4 ha sido retirada. Además ha disputado 186 partidos con la Selección Española logrando 1 plata en los Juegos Olímpicos de Los Angeles 84 y 1 plata en el Eurobasket de Nantes 83. Y posee la Orden del Mérito Olímpico del COI.

Pues con estos mimbres, la nacionalización de Trumbo y la sustitución de los dos extranjeros por el pívot Wallace y el alero Simpson, llegaron los éxitos.


Fuente: blogdebasquet.com

La temporada 1986-87 el FC Barcelona consiguió todos los títulos en disputa salvo el Mundial de clubes: Liga, Copa, Copa Korac e incluso la Supercopa de Europa.

En la Liga se deshacía del Real Madrid en semifinales por 3-1 y del Joventut en la final también por 3-1, mientras que en la Copa vencía así mismo al Joventut por 110-102 en Tenerife.

En Europa disputó la Copa Korac y la ganó tras imponerse claramente al Limoges en una final a doble partido con victorias por 106-85 en el Palau y por 86-97 en tierras francesas, con Epi y Trumbo como destacados.

Y por primera y única vez se disputó la Supercopa de Europa, que enfrentó a los campeones de las anteriores ediciones de la Copa de Europa y de la Recopa en una final también a doble partido. El rival fue la Cibona. Se perdió 101-102 en Zagreb pero en el Palau se derrotó al equipo yugoeslavo por 99-87.

Fuente: fcbarcelona.cat

Un Palau Blaugrana que también fue un factor determinante en esta década. Una “bombonera” con capacidad por entonces para 5.646 espectadores que en los partidos importantes creaba un ambiente irrepetible, con su peculiar cúpula de hormigón armado y ese parquet de color oscuro tan peculiar.

El único título en disputa de esta temporada que no consiguió vencer fue el Mundial de clubes disputado en Milán, ya que tras una primera fase con pleno de victorias ante Tracer Milan, Club Ferrocarril Oeste y Washington All-Stars, ganó al Maccabi en semifinales por 95-87, pero cayó derrotado en la final ante el equipo anfitrión, el Tracer de Milán por 100-84. Un equipo italiano con jugadores de renombre: Mike D´Antoni, Premier, Rickey Brown, Bob McAdoo o Dino Meneghin.

Fuente: blaugranas.com

La temporada 1987-88 supuso la vuelta al Real Madrid de su hijo pródigo Fernando Martín. Así que Aíto movió ficha inmediatamente, contratando al estadounidense Audie Norris, probablemente el mejor extranjero que haya tenido jamás el equipo azulgrana. Un pívot de enorme fortaleza, indiscutible talento y gran calidad técnica, apodado “atomic dog”. Formado en la Universidad de Jackson fue elegido en el draft de 1982 por los Portland Trail Brazers en la posición 37º pero las lesiones no le permitieron tener continuidad en la NBA. Probó en la Lega italiana jugando dos temporadas en la Benetton de Treviso, curiosamente tras probar sin éxito en el Real Madrid. Y de allí recaló en FC Barcelona para permanecer seis temporadas en las que logró 3 Ligas, 2 Copas y tres presencias en Final Four de la Copa de Europa (dos subcampeonatos). Sus duelos titánicos con Fernando Martín forman parte de la historia de nuestro baloncesto, tanto como las lágrimas que derramó en su visita a la capilla ardiente del jugador madridista instalada en el antiguo Pabellón de la Ciudad Deportiva del Real Madrid tras el accidente de tráfico que le costó la vida en diciembre de 1989.

Fuente: tirandoafallar.com
Además se producían las bajas de De la Cruz, Wallace y Simpson y el alta de Mc Dowell

En la competición doméstica se lograron, por segunda temporada consecutiva, todos los títulos en juego: Liga, Copa, Supercopa e incluso la Copa Príncipe de Asturias. Y lo más importante para el equipo azulgrana es que se consiguieron ante el eterno rival.

Fuente: blaugranas.com
En la Liga se tuvo que recurrir por primera vez en la historia al quinto partido de la final para dilucidar el campeón. Los cuatro partidos anteriores habían sido vencidos por los equipos locales: 75-73 y 87-77 para el FC Barcelona en el Palau y 96-90 y 90-76 para el Real Madrid en el Pabellón blanco. La igualdad era absoluta. Los emparejamientos Corbalán-Solozábal, Biriukov-Epi, Aléxix-Jiménez, Branson-Trumbo y Fernando Martín-Norris espectaculares. El Palau acabaría dictando sentencia a favor del FC Barcelona, que vencería 93-79 en un quinto partido marcado por la lesión de Martín en el primer tiempo, la defensa de Costa sobre Biriukov y la muñeca de Epi (29 puntos con acierto de 13 de 17 en tiros de campo)

Fuente: endesabasketlover.com

La final de Copa no fue menos igualada. Vencieron los azulgranas por 84-83 gracias al triple sobre la bocina convertido por Nacho Solozábal. Y la de la Copa Príncipe de Asturias también se decidió por una sola canasta (92-90) frente a los blancos. En la Supercopa, sin embargo, tuvo como rival al Joventut al que derrotó por 91-88.

Fuente: copadelreyacb.com

La Copa Príncipe de Asturias es una competición que ha tenido diversos formatos y participantes. Únicamente entre las temporadas 1986-87 y 1990-91 fue disputada por todos los equipos de la ACB. Antes, desde 1984-85, la jugaban únicamente los equipos eliminados en los play-off para dilucidar las plazas que permitían participar en la Copa Korac y en la actualidad (desde la campaña 1996-97) la disputan los equipos de la Liga LEB.

Tanto éxito en la competición nacional no tuvo continuidad en la Copa de Europa, a la que el club volvía tras muchos años sin poder disputarla (por entonces solo la jugaba el vigente campeón de Liga), ya que el equipo ocupó la quinta posición en la liguilla de cuartos de final, quedando apeado de la Final Four.

Fuente: blaugranas.com

La siguiente temporada, 1988-89, el Real Madrid se reforzó con quien estaba siendo su bestia negra: Drazen Petrovic. Y el efecto resultó positivo en principio, ya que los blancos se llevaron la Copa en La Coruña venciendo 85-81 al FC Barcelona. E incluso en la final de Liga se forzó de nuevo el quinto y definitivo partido, pero esta vez fue el FC Barcelona quien venció por 96-85 en un encuentro que se recordará por el polémico arbitraje de Neyro que dejó jugando al equipo blanco el final del partido con cuatro jugadores al estar eliminados por faltas personales el resto de la plantilla.

Fuente: blogs.libertaddigital.com

En la Copa de Europa el equipo lograba clasificarse para la Final Four de Munich. Todo parecía preparado para una final con el Maccabi, el equipo más en forma junto con los azulgranas. De hecho, en semifinales el sorteo deparó un enfrentamiento contra un equipo poco conocido, con jugadores muy jóvenes y poco experimentados, dirigidos por Maljkovic. Nombres como Radja, Sobin, Tabak, Sretenovic, Pavivecic o Ivanovic que integraban la plantilla de la Jugoplastika de Split. Sin embargo fue un joven de 19 años, Toni Kukoc, el que deslumbró a todos con su juego y resultó imparable para el FC Barcelona, que cayó, contra todo pronóstico, por 87-77.

Fuente:thenbacircus.blogspot.com 

La década prodigiosa del FC Barcelona finaliza en la temporada 1989-90 con un nuevo título de Liga (el cuarto consecutivo), logrado esta vez de forma contundente, 3-0, ante el Joventut.

Fuente: blaugranas.com

No obstante este equipo de leyenda, este FC Barcelona de la década prodigiosa de los 80, no pudo poner la guinda a su pastel en la Final Four de la Copa de Europa disputada esta campaña 1989-90 en Zaragoza. Tras su brillante clasificación para la misma y tras dejar en la cuneta brillantemente en semifinales al Aris de Salónica de Gallis, Giannakis y Vrankovic, al que derrotó por 104-83, de nuevo se topó en la final con un escollo inexpugnable. Por segunda vez la Jugoplastika de Split, esta vez reforzada con Perasovic y Savic, pero bajo la astuta batuta de Toni Kukoc, alargaba la maldición de la Copa de Europa para el equipo azulgrana.



Un lunar que, sin embargo, no puede ensombrecer la valía y los éxitos logrados por un equipo de leyenda.

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