Un quinteto para la
historia: Nacho Azofra, Alberto Herreros, John Pinone, Rickie Winslow y
Juan Antonio Orenga. Bien secundados
por Pablo Martínez, Juan Aísa, Alfonso Reyes, Pedro Rodríguez
y Juan Antonio Aguilar, y dirigidos
por Miguel Ángel Martín “el cura”,
estos cinco magníficos forjaron, probablemente, la temporada más dorada del
club estudiantil: la 1991-92.
Fuente: clubestudiantes.com |
Pero hasta llegar a esta
temporada mágica hemos de hacer un poco de historia. Este mítico equipo
madrileño se fundó en el año 1948 por
un grupo de alumnos del Instituto Ramiro
de Maeztu de la calle Serrano de Madrid, apoyados por el catedrático de
latín y jefe de estudios Antonio
Magariños. Su decidido apoyo a la cantera, su eterna rivalidad con el
“grande” de la capital, su espíritu colegial y hasta su original afición, la
“demencia”, forman la idiosincrasia de este modesto equipo que, sin embargo, junto
con el Real Madrid y el Joventut de Badalona componen la terna
de equipos que pueden presumir de haber participado en todas las ediciones de
la máxima categoría de nuestra Liga
nacional de baloncesto, lo que le convierte en un club histórico.
Fuente: ramiro53-64.blogspot.com |
Desde sus comienzos el Estudiantes se ha caracterizado por su
trabajo, ilusión, juventud, ganas de romper moldes y rebelión ante los
“grandes”. Y aunque su palmarés no es muy extenso en número de títulos (3 Copas del Rey: 1963, 1992 y 2000), si lo
es si tenemos en cuenta su dimensión y sus limitaciones económicas. Hasta
finales de los setenta, se le podía
considerar uno de los fijos en los puestos altos de la clasificación,
codeándose con los grandes aunque sin llegar a obtener los ansiados títulos
(solo una Copa del Rey en 1963, dos subcampeonatos de Liga
en 1962-63 y 1967-68 y tres subcampeonatos
de Copa en 1962, 1973 y 1975) y
compitiendo incluso en competiciones europeas (semifinalista de la Recopa en 1974 y 1976). En la
temporada 1977-78 tuvo su primer
susto, al tener que jugar un partido por la permanencia frente al Mataró, aunque lo resolvió con un claro
113-90.
Fuente: clubestudiantes.com |
Y de su cantera surgieron nombres como Fernando Martín y “Charly”
López Rodríguez, que junto a Alfonso
del Corral, Vicente Gil y el
estadounidense Slab Jones consiguieron
el subcampeonato liguero en la temporada 1980-81
de la mano de “Chus” Codina,
sobrepasando al Real Madrid pero
cayendo ante el FC Barcelona. Sin
embargo el dinero mandaba y se produjo la salida de estos jugadores del club,
llegándose al momento más crítico en la temporada 1983-84, en una eliminatoria por la permanencia que se consiguió
in-extremis en una agónica serie de tres partidos frente al Peñas Recreativas de Huesca.
Fuente: climaynievepirineos.com |
Pero quizás vino bien tocar
fondo, ya que la siguiente temporada, 1984-85,
supuso la llegada de dos mitos e ídolos para todo el Ramiro: los estadounidenses David
Russell y John Pinone. También
volvió Vicente Gil y fueron
apareciendo Carlos Montes, Javi García-Coll, “Chinche” Lafuente, Pedro Rodríguez e Imanol Rementería, entre otros, que de la mano del entrenador Paco Garrido metería al equipo en los
cuartos de final de la Liga en las
siguientes tres temporadas, consiguiendo en 1986
la Copa Príncipe de Asturias que le
abría las puertas a Europa de nuevo. Entre las temporadas 1988-87 y 1989-90 alcanzó
los cuartos de final de la Copa Korac.
Y con estos precedentes,
subcampeón de la Copa del Rey, tercero
en la Liga y cuarto finalista de la Copa Korac, se llega a la temporada
dorada: 1991-92.
Fuente: solobasket.com |
Miguel
Ángel Martín consigue reunir en su plantilla lo que todo
entrenador sueña: un base inteligente, un pívot dominador y líder, un anotador
nato y un alero rápido e intimidador, todos bien complementados con excelentes
jugadores de equipo. El resultado: campeones de la Copa del Rey, presencia en la Final
Four de la Euroleague y
semifinalistas de Liga.
Fuente: euroleague.com |
El base inteligente era Nacho Azofra. Un espíritu libre,
contracultural en sus modos y en su apariencia, directo, siempre al lado de su
club, de sus amigos, del equipo… Formado en el Ramiro, integrante como aficionado de la demencia… “El chico más listo de la clase” como le
apodó Andrés Montes. Si trasladamos
esta personalidad a la cancha nos encontramos un base rápido, imaginativo,
intuitivo, impredecible… al servicio del equipo en el que además cree. Azofra jugó 11 temporadas en el Estudiantes (con un paso intermedio de
dos temporadas por Sevilla), llegó a ser convocado por la Selección Absoluta en 39
ocasiones y en las estadísticas históricas de nuestra Liga se encuentra en segunda posición de asistencias repartidas,
tras Pablo Laso, y en tercera en
partidos jugados tras Rafa Jofresa y
Nacho Rodríguez.
Fuente: pivotworld9.com |
El pívot dominador era el
estadounidense John Pinone. Formado
en la Universidad de Vilanova (donde
se le retiró su camiseta con el número 45) llegó a formar parte de la Selección de EE.UU que ganó la plata en
el Mundial 82 de Colombia. Sin embargo no llegó a cuajar en la NBA y el azar le llevó a España desde
la CBA. “Pinoso”, como se le
apodaba, permaneció 9 temporadas en el Estudiantes
y consiguió ser nombrado Jugador
Histórico ACB (por puntos anotados y partidos jugados) Es uno de los tres
únicos jugadores de Estudiantes que
ostentan la Insgnia de Oro y Brillantes del club (junto a José Luis Sagi-Vela y Juan Martínez Arroyo)
Sin mucha estatura para su
posición (2,02 metros) tenía una gran visión de juego, sentido de la
anticipación y colocación, así como una excelente muñeca. Y su famoso “zarpazo”
con el que robaba más de un balón. Pero lo que más sobresalía era su casta, su
liderazgo, capaz de tirar de todo el equipo y hacerle creer que todo era
posible.
Fuente: twitter.com |
El anotador nato era un
joven madrileño de 21 años en aquélla mágica temporada y 1,99 metros, con gran
movilidad, excelente visión de juego y certero tiro de tres puntos. Un tirador
en toda regla: Alberto Herreros.
Permanecería 8 temporadas en el Estudiantes
de donde pasó al Real Madrid en lo
que supuso el fichaje más caro de un español en la Liga española. En el club blanco jugó otras nueve temporadas
consiguiendo 2 Ligas y 1 Recopa.
Herreros fue
172 veces internacional con la Selección
Española consiguiendo dos platas en los Europeos
de Francia 99 y Suecia 03 y en las estadísticas históricas de nuestra Liga ocupa la primera posición tanto
como máximo anotador como mejor tirador de triples, la segunda en minutos
jugados, la quinta en partidos jugados y la novena en recuperaciones. Todo un
histórico.
Fuente: endesabasketlover.com |
Y el alero rápido era un
estadounidense que llegó al club con la difícil misión de sustituir a Rusell pero que lo acabaría haciendo
con nota en las cinco temporadas que militó en el club estudiantil: Rickie Winslow. Un alero que se
desenvolvía de maravilla en el juego rápido y de contrataque (como había hecho
en la Universidad de Houston) Ofrecía
rebotes, tapones, defensa, mates, penetraciones y transiciones con buenas
anotaciones.
Fuente: forosabc.com |
El quinteto titular se
completaba con el pívot español de 2,07 metros Juan Antonio Orenga. Un pívot que leía a la perfección los partidos,
buen pasador y con buen tiro. Formado en el Real Madrid quizás dio lo mejor de sí en las 7 temporadas que jugó
en Estudiantes, aunque después
volvería al club madridista para conseguir 1 Liga y 1 Recopa.
Disputó 128 partidos con la Selección Nacional, obteniendo el
bronce en el Europeo de Italia 91. En las estadísticas
históricas de nuestra Liga ocupa la
quinta posición como reboteador y la novena en partidos jugados.
Fuente: blogs.20minutos.es |
Fuente: clubestudiantes.com |
Estos cinco magníficos se
complementaban por dentro de la zona con Alfonso
Reyes, hermano del actual capitán
del Real Madrid Felipe Reyes y 142
veces internacional con la Selección
Española, con quien consiguió 2 platas y 1 bronce en los Europeos de Francia 99, Suecia 03 y Turquía
01. Y con Pedro Rodríguez, “Pedrolo” o “el carpanta de
los rebotes” según Andrés Montes.
Un pívot pequeño (2,02 metros) y rocoso, maestro en la colocación y en el
bloqueo de su par, de trabajo duro y defensivo aunque sin buen tiro.
Fuente: clubestudiantes.com |
Y por fuera con el base Pablo Martínez, jugador de cantera y de
saga baloncestística (los Martínez
Arroyo) que manejaba el ritmo del partido a la perfección, mostrando un
temple inusual para su edad que se contrarrestaba con jugadas forzadas con la
temeridad esta vez sí propia de su juventud. El escolta rápido, valiente y
defensor Juan Aísa, y el alero alto Juan Antonio Aguilar.
Fuente: clubestudiantes.com |
Con estos mimbres Martín supo dar con la tecla para
realizar un juego rápido y de contrataque forjado en una fuerte defensa y carga
de rebote que permitieran recuperaciones con las que correr hacia el aro
contrario. Pero si las cosas no iban bien surgía el carácter contagioso de Pinone para hacer el partido duro,
trabado, loco, heterodoxo… muy estudiantil. Un equipo competitivo que
despertaba simpatías por donde pasaba
Fuente: lorenzovic.blogspot.com |
Con esta filosofía y con
muchísima fe el equipo se proclamó contra todo pronóstico campeón de la Copa del Rey en Granada. Una dura
competición liguera había metido en un bache al equipo debido al cansancio
acumulado. En la jornada anterior a la disputa de la Copa recibía un duro correctivo en el Palau al caer ante el FC
Barcelona por 32 puntos de diferencia. Y para mayores males Nacho Azofra se lesionaba en un codo y
parecía baja segura. Los ánimos estaban bajo mínimos pero surgió la voz del
líder, de Pinone, que hizo retumbar
al Magariños: “¿Un fin de semana de descanso? ¿Estáis locos? ¡Es un título! ¡Y además
jugamos contra el Real Madrid!”.
Fuente: clubestudiantes.com |
Derrotó en cuartos de final
a su eterno rival, el Real Madrid de
Antonio Martin, Biriukov, Brown y Antúnez, gracias a un triple salvador
de Juan Aísa por 82-80. En
semifinales se deshizo del Joventut
de los hermanos Jofresa, Villacampa, Pressley, Thompson y Morales con otro angustioso final y con
una actuación estelar del base Pablo
Martínez. A falta de 27 segundos, con ventaja de un punto, Winslow disponía de un 1+1 que hubiera
sentenciado el encuentro pero falló. Lolo
Sáinz diseñó una última jugada de ataque que salió a la perfección puesto
que Villacampa (que había convertido
7 de 12 lanzamientos incluido un triple) recibió en una cómoda posición de
tiro, armó su brazo y lanzó… pero erró. Estudiantes
vencía 78-77 y se clasificaba para la final. Winslow cantaba: “¡Demencia,
mañana fiesta!”
Fuente: clubestudiantes.com |
En la final esperaba el CAI Zaragoza dirigido por Manel Comas, que se encontraba
liderando la Liga gracias a su
sólido juego y que contaba en sus filas con los hermanos Arcega, Paddio, Manel Bosch, Quique Andreu, Santi Aldama y Mc Queen. El partido fue muy igualado
pero en la segunda parte el CAI
alcanzaba una pequeña renta hasta que llegó la pregunta de la final a 11
minutos para concluir el partido: “Nacho,
¿estás para jugar?” A fe que lo
estaba, saltó a la pista, remontó y de nuevo se vivió un final no apto para
cardiacos. A falta de 50 segundos empate a 56. Mate de un Winslow colosal (que disputó 118 de los 120 minutos de todas la
fase final), fallo de Paddio (que no
tuvo su día), rebote de Orenga que
fue objeto de 1+1. Anota el primero (59-56) y falla el segundo pero el rebote
es para Pinone (¿cómo no?) que pasa
a Herreros y es objeto de personal.
De nuevo 1+1. Alberto falla (¡los
nervios!) pero el rebote (una vez más) lo captura Winslow que juega cuatro esquinas para que Orenga reciba una falta intencionada (las actuales antideportivas)
y deje el marcador final en 61-56.
Fuente: clubestudiantes.com |
Se desata la locura. Pinone recibe el galardón de MVP. Los
jugadores lo festejan en su vestuario. La demencia se desgañita. Al día
siguiente cinco mil aficionados reciben al equipo en el Ramiro.
Fuente: clubestudiantes.com |
Pero si este título supo a
gloria, no fue menor la alegría que supuso la marcha del equipo en la Euroleague. Tras deshacerse en la
segunda ronda con facilidad del Scania
Sodertalje sueco (76-98 y 97-78), quedó segundo, con un balance de 10
victorias y 4 derrotas en la liguilla previa a los cuartos de final que disputó
con fortísimos rivales: Joventut de
Badalona, Partizán de Belgrado (de
Obradovic, Djordjevic y Danilovic), Phillips de Milan (de Riva,
Pittis, Dawkins y Johny Rogers),
Bayer Leverkusen, Maer Pils, Aris de
Salónica (de Galis y Giannakis) y Commodore Den Helder. Se clasificó así para el playoff de cuartos
con factor cancha a favor.
Fuente: clubestudiantes.com |
El primer partido se disputó
en el mítico “La mano de Elías” de
Tel-Aviv, donde esperaba el Maccabi.
Juan Aísa, en estado de gracia,
sujetaba a Jamchi y a la vez anotaba
20 puntos, Winslow con 32 puntos
intentaba contrarrestar el acierto de Mike
Mitchell (28 puntos). Pablo Martínez
y Azofra se fajaban con Motti Daniel y Goodes mientras en la pintura Pedro
Rodríguez y Pinone se encargaban
de Mercer, Vargas y Henefeld, por la carga de faltas de Orenga. Se forzó la prórroga y se acabó
perdiendo por un solo punto 98-97.
Había dos partidos para
remontar en Madrid. Y entre medias los presagios eran excelentes, pues en la
jornada de Liga se vencía al líder CAI y se recuperaba de su tobillo Herreros.
El segundo partido Estudiantes fue un ciclón. El antiguo Palacio de los Deportes de Madrid
asistió a un festival colegial. Los macabeos sucumbieron finalmente por 98-74,
aunque llegaron a hacerlo hasta por 35 puntos de desventaja.
Fuente: clubestudiantes.com |
Para dos días después
quedaba la hombrada definitiva. El 19 de
marzo de 1992 la reventa hizo su agosto. Se llegaron a pagar 8.000 de las
antiguas pesetas por entradas que en taquilla costaban 1.000. 12.500
espectadores abarrotaban el Palacio y los que no consiguieron billete llenaban
a su vez todos los bares y cafeterías colindantes. Todo estaba preparado. Y el
partido fue completamente distinto a los anteriores. Muy rácano, malo, feo.
Nervios dentro y fuera de la cancha. Así lo quiso Maccabi y Estudiantes
cayó en la trampa. Pero con lo que no contaban los israelitas era con que fuera
Pablo Martínez quien diera el golpe
de efecto que precisaban sus compañeros. Un triple a la media vuelta, un robo,
un 1+1 convertido desde su salida a cancha con 42-45 en el marcador. Aún así
costaba sufrir. Se llega con ventaja de 55-53 en los últimos segundos cuando el
héroe Martínez comete falta sobre Goodes. 1+1. Encesta el primero y falla
el segundo. Pedro Rodríguez, que
había sustituido a Pinone al cometer su quinta personal, atrapa el rebote pero
se le escapa al caer al suelo y sale fuera. Restan 6 segundos. Maccabi consigue dejar solo a Jamchi para que lance a canasta desde
un lateral pero cuando va a recibir de Goodes
resbala y el balón se pierde por la línea de banda. Cuenta la leyenda que se
resbaló por el sudor que había dejado en la pista “Pedrolo” en la jugada anterior… En los tres segundos restantes Estudiantes consiguió poner el balón en
juego pero no dio tiempo para más.
Fuente: clubestudiantes.com |
El Palacio es testigo de una de las mayores hazañas del Estudiantes. La afición canta “¡Que nos vamos a Estambul, chin- pún!” Los jugadores lloran. La alegría se desborda.
Fuente: clubestudiantes.com |
El éxito ya se había
conseguido. La Final Four era un
premio. Y como tal discurrió para el club. En Estambul sí que pesó la
responsabilidad. La inexperiencia no permitió al equipo desarrollar su juego y
se perdieron tanto la semifinal contra el Joventut
(91-69) como el tercer puesto frente al Phillips
(99-81) pero casi era lo de menos. Fue la edición en la que un postrero triple
de Djordjevic dejó sin título a un
gran Joventut y en la que Europa vio
asombrada como dos equipos con idénticas filosofías y forma de entender el
baloncesto saludaban juntos a sus hermanadas aficiones a la conclusión de su
partido de semifinal.
Fuente: clubestudiantes.com |
Fuente: clubestudiantes.com |
Para finalizar esta mágica temporada se vivió una eliminatoria de semifinal en la Liga española épica de nuevo contra el Joventut. Antes se había obtenido la quinta posición en la fase regular con un balance de 24 victorias y 10 derrotas. Y se había eliminado al Valvi Girona y al Elosúa León por sendos 2-0 tanto en octavos como en cuartos de final.
Fuente: clubestudiantes.com |
El primer golpe de la
eliminatoria lo dio Estudiantes al
vencer en Badalona por 75-81 y casi lo completa en el segundo, donde se
tuvieron que jugar dos prórrogas, pero al final cayó por 95-93. En Madrid Joventut asaltó el Palacio en el tercer partido, 68-73, pero la garra de los
madrileños les llevó a vencer por 89-79 y decidir la eliminatoria en el último
y decisivo quinto partido en Badalona que finalmente caería del lado catalán
por 83-75. Ese año el Joventut de Lolo Sáinz se proclamó campeón
derrotando en la final al Real Madrid.
Lores a un equipo que, sin
duda, hizo historia en el Estudiantes,
en España y en Europa.
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