martes, 19 de abril de 2016

SIN PERDÓN



El Fenerbahce de Zeljko Obradovic no ha dado opción alguna al Real Madrid de, ni tan siquiera, soñar con una posible remontada. Él tenía clara una cosa, y así se lo hizo saber a sus jugadores antes de este partido: “Si pensáis que  tenéis tres oportunidades de ganar la eliminatoria es que sois estúpidos. Salid a ganar éste”. Tan sólo Sergio Rodríguez y Ayón han sido capaces de mostrar un mínimo de capacidad para enfrentarse a este rodillo turco.

El resumen de esta eliminatoria es el siguiente:

1.    Incapacidad. El Real Madrid no ha sido capaz de disputar ni uno sólo de los tres partidos que ha disputado contra el equipo turco. Ni si quiera parecía que Pedro Bonofiglio (el speaker del Real Madrid) creyese en una victoria hoy viendo cómo se estaba desarrollando el partido. Con un equipo absolutamente desdibujado y cayendo una y otra vez en el mismo error de lanzar triples sin sentido ni acierto. El Fenerbahce ha sido muy superior en los tres partidos, dominando en cualquier campo de batalla en el que se desarrolló cada partido. Daba igual que fuese jugando a meter puntos que a defender la canasta.


2.    Despropósito. 27 de 91. Un terrible 29 por ciento de acierto desde más allá de la línea de 3 puntos sentencia a cualquier equipo, por mucho Real Madrid que sea. Dicen que es el tipo de juego que caracteriza a este equipo, pero cuando Laso llegó al equipo instauró un juego rápido y veloz basado en lanzar…contraataques, y este juego ha ido evolucionando hacia este  que más bien parece un tiro de escopeta de feria. El culmen de este despropósito ha sido cuando el equipo blanco ha intentado dar un último arreón con las fuerzas exánimes que le quedaban y, estando a 9 puntos de distancia en el último cuarto, ha preferido un lanzamiento de 3 de Maciulis que una canasta interior de Ayón que se encontraba bajo el aro defendido por Nixon.


3.    Esperpéntico. La aportación de los jugadores fichados esta temporada ha sido nula, por no decir penosa o paupérrima. Ha habido de todo, jugadores que llegaban como estrellas…que se han estrellado sin demostrar nada (Taylor), jugadores que eran determinantes en sus anteriores equipos y que han sido sentenciados por Laso a no jugar ni un minuto o a disputar los de la basura (Thompkins y Willy), jugadores que fueron despedidos para volver a ser fichados a mitad de temporada y no acoplarse en ningún momento al juego del equipo (KC Rivers),  y jugadores que fueron fichados como refuerzos interiores y que es probable que no jueguen ni en los entrenamientos (Ndour)  o que, cuando salen, lo hagan como si fuese un pollo sin cabeza (Lima).

Todo esto ha quedado reflejado en una jugada en la que Jeffery Taylor, haciendo un alarde de su capacidad física, ha realizado una penetración hacia el aro con la intención de conseguir una tremenda canasta pero, a su encuentro han salido dos defensores que, no sólo le han puesto un tapón, sino que el mismo ha rebotado en la cabeza del jugador sueco y ha supuesto una pérdida de balón para los blancos.


Ahora queda por ver si el equipo dirigido por un Pablo Laso, que queda muy tocado después de esta eliminación, consigue rehacerse y logra que la temporada que empezó con una derrota en la Supercopa de España, que parecía que iba a ser una simple anécdota (y así lo recalcó el técnico del Real Madrid en varias ocasiones) ya que el equipo no había logrado hacer una pretemporada decente por culpa de las distintas competiciones de las selecciones nacionales, finalice de una manera digna con el título de la Liga Endesa. Porque no creo que ningún madridista considere que una Copa del Rey es como para tirar las campanas al vuelo….aunque de todo hay en la viña del Señor y quién no se consuela es porque no quiere.

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