El Fenerbahce de Zeljko Obradovic no ha dado opción alguna al
Real Madrid de, ni tan siquiera, soñar con una posible remontada. Él tenía
clara una cosa, y así se lo hizo saber a sus jugadores antes de este partido: “Si
pensáis que tenéis tres oportunidades de
ganar la eliminatoria es que sois estúpidos. Salid a ganar éste”. Tan sólo
Sergio Rodríguez y Ayón han sido capaces de mostrar un mínimo de capacidad para
enfrentarse a este rodillo turco.
El resumen de esta eliminatoria es el siguiente:
1.
Incapacidad.
El Real Madrid no ha sido capaz de disputar ni uno sólo de los tres partidos
que ha disputado contra el equipo turco. Ni si quiera parecía que Pedro
Bonofiglio (el speaker del Real Madrid) creyese en una victoria hoy viendo cómo
se estaba desarrollando el partido. Con un equipo absolutamente desdibujado y
cayendo una y otra vez en el mismo error de lanzar triples sin sentido ni
acierto. El Fenerbahce ha sido muy superior en los tres partidos, dominando en
cualquier campo de batalla en el que se desarrolló cada partido. Daba igual que
fuese jugando a meter puntos que a defender la canasta.
2.
Despropósito.
27 de 91. Un terrible 29 por ciento de acierto desde más allá de la línea de 3
puntos sentencia a cualquier equipo, por mucho Real Madrid que sea. Dicen que
es el tipo de juego que caracteriza a este equipo, pero cuando Laso llegó al
equipo instauró un juego rápido y veloz basado en lanzar…contraataques, y este
juego ha ido evolucionando hacia este
que más bien parece un tiro de escopeta de feria. El culmen de este
despropósito ha sido cuando el equipo blanco ha intentado dar un último arreón
con las fuerzas exánimes que le quedaban y, estando a 9 puntos de distancia en
el último cuarto, ha preferido un lanzamiento de 3 de Maciulis que una canasta
interior de Ayón que se encontraba bajo el aro defendido por Nixon.
3.
Esperpéntico.
La aportación de los jugadores fichados esta temporada ha sido nula, por no
decir penosa o paupérrima. Ha habido de todo, jugadores que llegaban como
estrellas…que se han estrellado sin demostrar nada (Taylor), jugadores que eran
determinantes en sus anteriores equipos y que han sido sentenciados por Laso a
no jugar ni un minuto o a disputar los de la basura (Thompkins y Willy),
jugadores que fueron despedidos para volver a ser fichados a mitad de temporada
y no acoplarse en ningún momento al juego del equipo (KC Rivers), y jugadores que fueron fichados como refuerzos
interiores y que es probable que no jueguen ni en los entrenamientos (Ndour) o que, cuando salen, lo hagan como si fuese un
pollo sin cabeza (Lima).
Todo esto ha quedado reflejado en una
jugada en la que Jeffery Taylor, haciendo un alarde de su capacidad física, ha
realizado una penetración hacia el aro con la intención de conseguir una
tremenda canasta pero, a su encuentro han salido dos defensores que, no sólo le
han puesto un tapón, sino que el mismo ha rebotado en la cabeza del jugador
sueco y ha supuesto una pérdida de balón para los blancos.
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