La resolución de los terceros partidos de los cruces del TOP-8 dieron como resultado la clasificación de dos equipos por la vía rápida y otro equipo que lo tiene todo de cara para clasificarse ante su público. Fenerbahce y Baskonia, dieron buena cuenta, en cancha ajena, de sus rivales, Real Madrid y Panatinaikos, sin darles ninguna opción, y el Barcelona hizo valer el factor cancha recuperado y se adelanto en la serie 2-1 ante el Lokomotiv Kuban.
Victoria de carácter la conseguida por el equipo baskonista en el infierno griego, que le permite acceder a una Final Four 8 años después de la última ocasión, la Final Four de Madrid 2008. La derrota de Panatinaikos, trajo consigo la destitución del entrenador serbio Djordjevic. Además, este fue el último partido en competición europea del gran Dimitris Diamantidis, ya que al final de esta temporada se retirará como jugador profesional de baloncesto.
El partido comenzó, como se esperaba, con una gran intensidad por parte local, en busca de una victoria que le permitiera jugar un cuarto partido. Gracias a esta intensidad, el equipo heleno consiguió un parcial de 8-2, dando señales de lo que le podía esperar a los jugadores visitantes durante todo el encuentro. Todo lo contrario, el equipo vitoriano, comandado por Bourousis, acostumbrado a estos ambientes, poco a poco fue limando las diferencias para marcharse al descanso del primer cuarto, con la ventaja en el marcador, 17-20.
En el segundo cuarto, el Laboral, basando su juego en una gran defensa, y bien dirigido en ataque por un Mike James pletórico, aumento la ventaja en el luminoso hasta los diez puntos, 32-42 con tres minutos por disputarse de cuarto. y solo una acción mágica de Diamantidis, empeñado en alargar su trayectoria en Europa, con un triple en la última posesión griega de la primera mitad, consiguió que la ventaja visitante se quedara sólo en cinco puntos al final de la primera mitad, 37-42.
Rápidamente, al principio de la segunda mitad, los griegos igualaron el partido. El Laboral ya no anotaba tan fluidamente, y el partido se convirtió en una muestra defensiva por ambos equipos, donde Panatinaikos tuvo un mayor acierto de cara al aro, lo que le permitió marcharse al final del penúltimo cuarto con una desventaja mínima en el luminoso, 55-56.
Quedaba todo por decidir en el último cuarto, donde, por una parte el equipo local intentaba dar todo lo que tenía, apoyado en su público, para forzar un cuarto partido, y los visitantes, que para nada se sentían acongojados por ambiente infernal, y que intercambiaban canastas con el equipo local, aguantando golpe tras golpe, como cual boxeador que espera agazapado para asestar el golpe definitivo, y así ocurrió gracias al acierto exterior de Adams y James, que triple tras triple, consiguieron mandar a la lona a un aguerrido rival que fue incapaz de volver a levantarse, final del partido, 75-84, 3-0 en la eliminatoria y billete a Berlín, ocho años después, donde se enfrentará a Fenerbahce por un puesto en la final.
Por parte griega, el más destacado, no podía ser de otra manera en su último partido europeo, fue Diamantidis con 18 puntos de valoración. Por parte baskonista, los más destacados fueron su pareja de bases, Adams y James, con 27 y 23 puntos de valoración respectivamente.
Victoria, que hace buena la victoria conseguida en cancha rusa, y que le permite a los hombres de Pascual finiquitar la serie ante su público este próximo jueves. Mucho deberán mejorar los hombres de Bartzokas, si quieren devolver la serie rusa, ya que sólo han sido superiores a su rival en un único cuarto de los ocho disputados, el último del primer partido de la serie.
El partido comenzó con un Barcelona muy centrado en parar los ataques rusos y fruto de ello, con el acierto de Satoransky y Navarro consiguen una distancia de cinco puntos en el marcador. Delaney, dando muestras de su calidad, desde la línea de tres puntos, voltea el marcador para los rusos. El tiempo transcurre con intercambio de canastas, sobre todo desde la línea de 6,75. Se cierra el primer periodo con ventaja visitante, 19-23.
El segundo cuarto se convierte en un festival de Abrines, que desde lado tres puntos, voltea el marcador para los blaugranas. Bartzokas intenta todos los medios posibles para parar el “Lobezno Show”, ya que, también la defensa local superaba una y otra vez al ataque ruso. Pero es incapaz de hacerlo, y se marcha al descanso tras encajar un parcial de 23-13 en el cuarto, cediendo en el marcador por 42-36.
En el inicio de la segunda mitad del partido, es ahora Satoransky el encargado de machacar el aro de un equipo ruso que no es capaz de anotar una canasta en los tres primeros minutos de cuarto. Las ventajas para el equipo azulgrana empiezan a mantenerse alrededor de los diez puntos. Eso es lo único que conseguía el equipo ruso, que la ventaja no se dispara pero que no era capaz de disminuirla. El final del periodo trajo consigo un mate espectacular de Satoransky que terminó de levantar al público del Palau, para cerrar el cuarto con una ventaja de once puntos, 61-50.
Abriles seguía con su particular show dede el exterior, lo que eleva la ventaja hasta los veinte puntos a falta de jugarse 4 minutos. Ambos entrenadores, sabedores de la batalla que les esperaba el jueves, deciden firmar la victoria local con antelación y acuerdan dar descanso a sus jugadores más importantes, cerrando el marcador final en 82-70, para un equipo local, e Barcelona con una moral por las nubes para este jueves, y un Lokomotiv que deberá mostrar su mejor versión si quiere disputar un quinto partido en su cancha.
Por parte local, el más destacado fue Abrines con 24 puntos de valoración, bien secundado por los 18 puntos de valoración de Dolleman y Satoransky. En los visitantes destacó sobre los demás Randolph, con 16 puntos de valoración.
El equipo blanco no podrá revalidar su título conseguido el año pasado en Madrid, tras caer derrotado por la vía rápida y con gran autoridad por el equipo turco del Fenerbahce. Obradovic y sus hombres fueron en todo momento muy superiores a Laso y sus jugadores, lo que dio al traste a las aspiraciones blancas de ser el primer equipo que consiguiera remontar un 2-0 en contra, no tuvo ninguna opción.
El partido comenzó con un Madrid muy intenso en su juego interior, ya que el exterior era inexistente, con un Ayón y Reyes muy superiores a sus homólogos Antic y Udoh, en esos instantes del partido. La pareja interior madridista dejo de producir y con un juego exterior sin acierto proporcionó la reacción turca, que endosó un parcial de 13-4 a los locales, lo que le permitió marcharse al final del cuarto con un marcador favorable de 13-18.
El Fenerbache seguía haciendo mucho daño a los blancos en el inicio del segundo cuarto, tanto en defensa como en ataque, marchándose en el marcador hasta los 7 puntos de ventaja tras la disputa de cinco minutos. Fue el momento de sacar el orgullo de campeón, labor que tiene asignada Nocioni, que con la ayuda de Sergio Rodríguez consiguieron un 8-0 de parcial que volteó el marcador favorable a los blancos. Los turcos, desde el tiro libre, frenaron el resurgir local, y se marcharon al descanso ganando por tres puntos, 27-30.
La segunda mitad comenzó con un parcial de 5-0 para los blancos, que parecía indicar que los hombres de Laso iban a por todas en este cuarto, pero ocho puntos consecutivos de Bogdanovic, mejor joven de Euroliga las dos últimas temporadas, lideró un parcial de 14-0 para los de Obradovic, prácticamente definitivo. El Madrid no conseguía dominar su rebote, dando segundas oportunidades a los turcos, impidiendo así una posible remontada. Al final del penúltimo cuarto, 50-64 para unos jugadores otomanos que se estaban mostrando muy superiores a sus rivales españoles.
Los visitantes llegaron a mandar por 17 puntos en el inicio del cuarto, pero apareció el acierto en el triple de los locales, inexistente durante los tres primeros periodos, y gracias a este acierto el Real Madrid consiguió minimizar la desventaja a 8 puntos, con 5 minutos por disputar, hecho que dio esperanzas de remontada a un público muy desangelado durante todo el encuentro. Todo fue un espejismo y Bogdanovic y Datome cerraron el pase a la Final Four, donde les esperaba el Baskonia, 63-75 fue el marcador final. La afición del Palacio, siempre será el Palacio, despidió a sus jugadores entre aplausos y vítores reconociendo el gran trabajo que lleva realizado este grupo de jugadores en los últimos años.
Por parte local, los más destacados fueron Ayón con 24 puntos de valoración, y Sergio Rodriguez con 18. Por parte visitante el más destacado fue Udoh, MVP de la jornada, con 33 puntos de valoración.
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