lunes, 29 de febrero de 2016

Equipos de Leyenda - Zalgiris Kaunas




Hoy, tras una petición de uno de nuestros lectores, recordaré al equipo lituano del Zalgiris Kaunas, que, tras llegar como cenicienta a la Final Four de 1999, celebrada en Munich, fue capaz de alzarse con el título tras deshacerse en la final del todo poderoso Kinder de Bolonia, dirigido por Ettore Messina.



La plantilla de ese año del equipo lituano, la componían los siguientes jugadores:

4 - Tyus Edney, 5 - Mindfaugas Zukauskas, 7 - Saulius Stombergas, 8 - Jiri Zidek, 9 - Aurelius Zukauskas, 10 - Dainius Adomaitis, 12 - Tomas Masiuis, 13 - Darius Maskoliunas, 14 Anthony Lee Bowie, 15 - Kestutis Sestokas, Marius Basinkas, Giedrius Gustas, Arturas Masiulis

El equipo lituano, dirigido desde el banquillo por Jonas Kazlauskas, y en el campo, por un bajito americano de nombre Tyus Edney, se presentó en Munich tras quedar primero en ambos grupos de la primera fase de la competición, y en los cruces de octavos, ante Ulker, y de cuartos de final, ante Efes, al mejor de tres partidos, se llevo sendas eliminatorias con un global de 2-0 en cada una de ellas.

En semifinales, le esperaba el Olimpiacos, de Goldwire, Fassoulas, Tarlac y Oberto. El equipo verde, durante todo el encuentro, desplegó un juego rápido de no elaborar jugadas y tirar, el clásico “run and gun”, que desarboló por completo al equipo griego, lo que le proporcionó una victoria cómoda por 87-71.



En la final, le esperaba el gran favorito para alzarse con el título, la Kinder de Bolonia, que contaba en sus filas con jugadores de la talla de Prediga Danilovic, Antoine Rigaudeau o Nesterovic, todos ellos dirigidos por Ettore Messina, que dejaron en la cuneta, en semifinales, al equipo vecino de la ciudad, el Team System, por un ajustado 62-57.

La final, sorprendentemente, empezó desarrollándose en defensa por ambos equipos, situación, que en principio no favorecía al equipo lituano, ya que su mejor arma era el ataque, y si quería llevarse la final, debería de anotar por encima de los 70 puntos para poder tener posibilidades de alzarse con el título.

El equipo lituano, sólo era capaz de anotar desde media o larga distancia, ya que en la pintura, era Nesterovic el claro dominador de las dos zonas, y Zalgiris estaba echando bastante en falta las transiciones rápidas dirigidas por Edney, muy atenazado por la defensa italiana.

El partido se estaba desarrollando por uno derroteros muy igualados y con un marcador muy bajo, hasta que Bowie, el otro americano del conjunto lituano, anotó 5 puntos consecutivos y con las apariciones, cada vez más frecuentes de Tyus Edney, el equipo ex-soviético empezó a marcar las primeras diferencias en el marcador, 22-13.

Con esta dinámica en el juego, y con el nulo acierto desde el exterior del equipo italiano, el equipo verde se marchó al descanso con 15 puntos de diferencia, 45-30. Claramente, el enrevesado sistema táctico-defensivo, diseñado por Messina estaba haciendo agua, frente a un conjunto, anárquico pero muy efectivo en todas sus posiciones.

El segundo tiempo, el equipo italiano, empezó más concentrado en el partido, pero Stombergas, se encargaba de apaciguar a las huestes transalpinas. Poco a poco, y tras una defensa zonal impuesta por Messina, el equipo lituano de la mano de Edney abrió más margen en el marcador, hasta los 19 puntos de ventaja.

Las estrella del equipo italiano, Danilovic, no brillaba, hecho que estaba acusando su equipo, todo lo contrario que el ex-base de UCLA, Tyus Edney que estaba dando un recital y a 8 minutos del final del partido, mantenía a su equipo 18 puntos arriba, 66-48.

El equipo italiano sacó el orgullo, y de laman del francés Rigaudeau, redujo la desventaja a 8 puntos a falta de dos minutos y medio. El equipo lituano parecía abrumado con la idea de conseguir alzarse con la victoria final, y con un marcador de 76-70, dos acciones seguidas del americano Bowie, un robo de balón y un triple, daba una ventaja de 9 puntos al equipo lituano a un minuto del final.

Hasta el final del partido, Zalgiris mantuvo las distancias y logró por, 82-74, alzarse con el gran título europeo que le faltaba a este mítico equipo europeo, que ni el mítico Sabonis fue capaz de ganar.

El baloncesto de ataque y vistoso ganó al baloncesto de pizarra y laboratorio.



Estás fueron las estadísticas del partido:

Zalgiris KAUNAS 82: Edney (14), Bowie (17), Stombergas (12), Masiulis (4), Eurelijus Zukauskas (4), Zidek (12), Mindaugas Zukauskas (11), Adomaitis (8).


KINDER BOLONIA 74: Rigaudeau (27), Danilovic (7), Abbio (8), Frosini (5), Nesterovic (12), Sconochini (15), O’Sullivan (0), Binelli (0), Crippa (0).

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