“Vamos a dejarlo en que no ha sido nuestro mejor partido”
Estas palabras de Pablo Laso resumen lo que ha sido esta
final ganada por el Real Madrid que consigue su tercera Copa del Rey
consecutiva. Sólo había que ver la sonrisa de Aíto García Reneses al finalizar
el encuentro y la emoción nerviosa del entrenador del Real Madrid sabiendo el
peso que se quita de encima con la conquista de este título en una temporada
que está siendo dura y complicada para el equipo de la capital de España.
El Real Madrid ha basado su victoria en el poderío anotador
de su juego interior que ha suplido el juego errático de sus hombres exteriores
(con la excepción de Carroll, que nunca falla en las citas importantes) en este
partido, con un Gustavo Ayón que ha sido nombrado MVP de la final (15 puntos y
6 rebotes para 21 de valoración), Felipe Reyes aportando toda su experiencia y
veteranía en el rebote, Lima supliendo como si fuese un doble perfecto al Titán
mejicano, y Andrés Nocioni sabiendo que la final se ha ganado gracias al saber
estar y la experiencia en finales de este equipo. Pablo Laso, como cualquier
madridista, sabe que esta victoria no le da demasiado margen y que tendrá que
empezar a ajustar las piezas que ha fichado en los últimos meses, empezando por
un KC Rivers muy desacertado y que más parece el “hermano malo” de aquel
jugador que sentenció al Barcelona en el último título de liga, siguiendo por
un Jeffery Taylor que vino con la vitola de gran jugador pero que, a pesar de
hacer un gran partido frente al Fuenlabrada, pasó a ser testimonial en
semifinales y ausente en la final, y por un Thompkins que está absolutamente
desubicado y desconcertado. Deberá decidir si confía en Willy de manera
definitiva o si le abandona al fondo del banquillo, y si Luka Doncic es una
promesa o una realidad con minutos en partidos importantes. El problema con
estos dos últimos jugadores se me antoja serio, ya que están en la órbita de
los equipos NBA y si no gozan de la confianza del entrenador podrían optar por
marcharse a final de temporada rumbo a los EEUU (en el caso del jugador
esloveno no sería posible por no tener aún la edad mínima para jugar en la liga
profesional norteamericana)
El Gran Canaria se presentó en la final después de una
remontada apoteósica en semifinales frente al Bilbao Basket y ha demostrado que
la fe y la confianza mueve montañas, y esta fe en Aito hizo que en el momento
más crítico del partido, cuando el Real Madrid parecía que tenía asegurado el
título ganando de 12 puntos a falta de dos minutos, el equipo canario recortase
la diferencia hasta los dos puntos gracias a 3 triples consecutivos originados
a partir de una defensa asfixiante con continuos 2 contra 1 que hacía que los
jugadores del Real Madrid perdiesen balones que daban oxígeno puro a los
insulares. Pero este oxigeno no fue suficiente y no llegaron a la orilla…aunque
no se ahogaron, y el Real Madrid conquistó la playa de La Coruña una vez más,
cumpliendo con la tradición de plaza inexpugnable cada vez que disputan títulos
en la ciudad gallega.
Se acabó la fiesta de La Copa y, con su final, da comienzo la
época en la que comienzan los partidos importantes de verdad para los equipos….aunque
para el Real Madrid eso lleva siendo así desde que comenzó la temporada.
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