En la anterior entrega de
este artículo dejábamos a Pedro
Ferrándiz sentado de nuevo en el banquillo del Real Madrid como entrenador. Era la temporada 1964-65 y su vuelta no pudo ser mejor porque consiguió por primera
vez en la historia el triplete.
En España el Real Madrid no tenía rival. Únicamente
el Picadero le consiguió vencer en
su cancha en la Liga cuando ya estaba decidida. Y en la Copa se deshizo
fácilmente del propio Picadero
(89-66) y con más dificultad del Juventud
(107-103) para adjudicarse el título frente al Náutico de Tenerife por 102-82.
Pero la victoria más
importante se produjo en la Copa de Europa, al conseguir derrotar al
infranqueable TSKA de Moscú. Antes,
en semifinales, se topó con un aguerrido OKK
de Belgrado dirigido por Boris
Stankovic (quien después sería muchos años Secretario General de la FIBA) y
liderado por Radivoj Korac (quien daría nombre a una competición europea de
clubes) que anotó la friolera de 56 puntos en el partido de vuelta disputado en
Belgrado. En la final el Real Madrid
cayó en Moscú por 7 puntos de diferencia que supo remontar en el Frontón Vista
Alegre con una actuación estelar de Emiliano.
Victoria por 76-62 y segunda Copa de Europa consecutiva en las vitrinas del
club blanco.
La temporada siguiente, 1965-66, Ferrándiz fue nombrado Seleccionador Nacional (solo estaría un año
al frente de la Selección) y se designó entrenador a Robert Busnel (quién años después sería Presidente de la FIBA). En
la competición nacional el Real Madrid
obtuvo un nuevo doblete, pera esta vez con muchísimas dificultades. Conquistó
la Liga con solo un punto de diferencia sobre el Picadero y la Copa gracias a la actuación de Luyk (23 puntos) en una final que venció al Juventud de Buscató, Enrique Margall y Lluis por un único punto (62-61) En Europa, sin embargo, cayó en
semifinales ante el Simmenthal
milanés donde destacaba Bill Bradley.
Esa temporada Luyk obtuvo la nacionalidad española y debutaron
con el equipo los noveles Antonio
“Toncho” Nava y Vicente Paniagua. Con su dorsal "8" a la espalda, Paniagua consiguió
10 Ligas, 7 Copas, 3 Copas de Europa y 1 Intercontinental en sus 11 temporadas
en el equipo. Se trataba de un alero que triunfó precisamente por adaptarse a
la perfección a su rol de sexto o séptimo jugador, especializado en secar en
defensa a sus contrarios y en correr el contrataque, complementado con un buen
tiro. El típico jugador de equipo. Fue también seleccionado por el equipo
nacional en 20 ocasiones.
El 6 de enero de 1966 se produjo un doble acontecimiento histórico
para el club. La inauguración del
Pabellón de Deportes de la Ciudad Deportiva del Real Madrid, precisamente
con motivo de la disputa del Primer Torneo Intercontinental diseñado por Raimundo Saporta, que a su vez sería
considerado la primera edición del famoso Torneo
de Navidad. Esa primera edición el campeón fue el Ignis de Varese, por delante del Corinthians, Real Madrid y Jamaco Saints de Chicago.
Este mágico e inolvidable Pabellón
de cubierta de plano tubular, canastas colgadas del techo, originales
marcadores electrónicos e inconfundible parquet costó 25 millones de pesetas
y tenía capacidad para 4.000 personas
más otras 1000 de pie.
La campaña 1966-67 Ferrándiz, que volvió tras su breve paso por la Selección, remodeló
la plantilla. Fichó del Águilas de
Bilbao al que había sido máximo anotador de la Liga anterior: Miles Aiken; del Estudiantes al base José
Ramón Ramos y subió al primer equipo a dos canteranos: Cristóbal Rodríguez y Ramón
Guardiola.
Cristóbal
permaneció 13 temporadas en el Real
Madrid consiguiendo 11 Ligas, 8 Copas, 4 Copas de Europa y 3
Intercontinentales. También disputó 59 partidos con la Selección Española. Era
un pívot que tuvo que convivir con excelentes jugadores en esa posición pero
que siempre supo ayudar en los minutos que disputaba saliendo desde el
banquillo. Llegó a ser médico de la Selección.
Esa temporada fue la única
Liga que no logró Ferrándiz como
entrenador del equipo blanco. Se la adjudicó el Juventud al caer el Real
Madrid en el Magariños en la última jornada ante el Estudiantes. Se resarció sin embargo en la Copa, al derrotar en
Vitoria al Kas con 40 puntos de Luyk. Pero la derrota en Liga le
obligaba a conquistar la Copa de Europa para poder disputar dicha competición
continental la siguiente temporada. Raimundo
Saporta movió sus piezas para que se disputara la final four (fórmula que
se implantó la edición anterior) en el nuevo Pabellón de la Ciudad Deportiva.
Tras ganar con muchísimos apuros al Olimpia
Ljubjana en semifinales por 88-86, se accedió a la final contra el Simmenthal de Milán de quien Aiken (23 puntos), Emiliano (29 puntos) y Luyk
(17 puntos) tomaron merecida revancha al imponerse por 91-83 alzándose con la
tercera Copa de Europa.
La siguiente temporada 1967-68 supuso la llegada al club de
otra leyenda: Wayne Brabender. Su infallible
y excepcional tiro en suspensión y su defensa pasarían a formar parte de la
historia del Real Madrid. 16
temporadas en las que obtuvo 13 Ligas, 7 Copas, 4 Copas de Europa, 3
Intercontinentales y 1 Mundial de clubes. Así mismo destacó en la Selección
Nacional, donde disputó 190 partidos.
Esa temporada el Real Madrid consiguió una nueva Liga,
con Luyk como máximo anotador, y una
nueva Copa de Europa, la cuarta, esta vez frente al Spartak de Brno en Lyon, en una final en la que Nava tuvo que cubrir la lesión de Emiliano para ayudar a los infatigables
Aiken (26 puntos), Luyk (24 puntos y 13 rebotes) y Brabender (22 puntos) a que Lolo Sainz alzase la copa en el Palacio
de Deportes de Lyon en lo que sería su despedida como jugador. Esta victoria
por 98-95 clasificó al equipo para disputar la tercera Copa Intercontinental
(ese año denominada “Trofeo Williams Jones”), donde cayó derrotado en la final
ante el Goodyear Akron
estadounidense por 105-93. También esa temporada supuso la primera victoria del
club en su Torneo de Navidad.
Para la siguiente temporada, 1968-69, el club se reforzó con un base estudiantil, Vicente Ramos y con dos canteranos, el base canario Carmelo Cabrera y el versátil ala-pívot mallorquín Rafael Rullán, al tiempo que se nacionalizaba Brabender.
Vicente
Ramos, todo coraje, ofrecía una intensidad defensiva sin
precedentes y mostraba una enorme inteligencia en la dirección de juego.
Permaneció 10 temporadas en el equipo en las que ganó 9 Ligas, 7 Copas, 2 Copas
de Europa y 3 Intercontinentales. Fue nombrado mejor base europeo en 1970 y recibió la medalla de plata al
mérito deportivo en 1972 por el CSD.
Disputó 109 partidos con la Selección Española.
Carmelo
Cabrera era su perfecto complemento. Un base habilidoso y
excelente pasador. Desplegaba un estilo de juego muy personal, innovador e
imaginativo. Su salida desde el banquillo revolucionaba el juego del equipo, le
daba magia, velocidad e intensidad. En sus 12 temporadas consiguió 10 Ligas, 7
Copas, 2 Copas de Europa y 3 Intercontinentales. También fue seleccionado en
102 ocasiones por el equipo nacional.
Rafael
Rullán es el jugador en toda la historia del Real Madrid que más temporadas ha
permanecido en el club: 18, en las que ha obtenido 14 Ligas, 9 Copas, 3 Copas
de Europa, 1 Recopa, 3 Intercontinentales y 1 Mundial de Clubes. 161 veces
internacional, fue elegido en cinco ocasiones en el mejor quinteto europeo. Se
le puede considerar el primer pívot moderno. Con sus 2,07 metros poseía un
certero tiro a media distancia que complementaba con su técnica y movimientos
de pies e intensidad defensiva. Se le otorgó la medalla de plata al mérito
deportivo en 2003.
Tras un renqueante comienzo
en la Liga, con dos derrotas en cuatro jornadas, el equipo no volvería a perder
hasta el último y ya intrascendente partido en Vitoria ante el Kas. Se consiguió así la undécima Liga
blanca, que no pudo completarse ni con la Copa, al caer por solo un punto ante
el Juventud, 82-81, ni con la Copa
de Europa, donde se cayó ante el TSKA de
Moscú del gigante Andreiev (37
puntos) tras dos prórrogas, en una final disputada en un ambiente adverso en
Barcelona.
Y a partir de aquí seis
dobletes consecutivos en las seis temporadas que van de la 1969-70 a la 1974-75.
El primero en la temporada 1969-70. Tras la marcha de Aiken y con Brabender en el dique seco por una rotura de ligamentos el Real Madrid se llevó la Liga con tres
derrotas en 22 encuentros y la Copa en una final ganada al Juventud por 102-90, con 23 puntos de Carmelo Cabrera.
Fuente: realmadridbasket.galeon.com |
El segundo, la campaña
siguiente 1970-71. La liga se obtuvo
en el último encuentro ante el Picadero
(76-73) donde tanto el Real Madrid
como el Juventud habían llegado
empatados a puntos con una única derrota. También se obtuvo la Copa ante el
aguerrido Juventud de Buscató, Santillana y los hermanos Margall
por 72-63. Eran unos años en los que en Europa el increíble equipo del Ignis de Varese era para los blancos lo
que en España eran éstos para el Juventud.
El tercero se conquistó con
una absoluta hegemonía en la Liga, que venció con una única derrota en el Palau
Blaugrana (aunque en el partido de la segunda vuelta se desquitó con un
contundente 102-73). En la Copa tuvo más problemas para deshacerse del FC Barcelona en semifinales aunque en
la final volvió a derrotar al Juventud
por 92-77. Discurría la temporada 1971-72
que además se recordará por la presencia del equipo universitario de North Carolina de George Karl y Bob McAdoo
que sorprendió a todos los españoles en el Torneo de Navidad. La misma
temporada en la que se incorporaron al primer equipo Luis María Prada y, con tan solo 17 años, todo un mito, Juan Antonio Corbalán.
Corbalán
logró 12 Ligas, 7 Copas, 1 Supercopa, 3 Copas de Europa, 1 Recopa, 1 Copa
Korac, 3 Intercontinentales y 1 Mundial de Clubes en las 17 temporadas que jugó
en el club. Fue declarado el mejor jugador europeo de 1983. Y con la Selección Española ganó las medallas de plata de los
JJ.OO. de Los Ángeles 84 y del Eurobasket de Francia 83, con 128
internacionalidades. Un base con clase, velocidad, acertado tiro de dos y
capacidad para finalizar entradas, que mandaba y ordenaba con maestría al
equipo. Todo conseguido a base de derrochar trabajo y esfuerzo.
El cuarto doblete
consecutivo supuso un paseo en la Liga, que consiguió imbatido, ganando los 30
encuentros y una emotiva despedida de Emiliano
en la final de Copa en la que se venció al Estudiantes
por 126-87 con 32 puntos de Luyk y
30 de Brabender, tras sufrir en las
semifinales ante el Juventud, que
llegó a forzar una prórroga en el partido de vuelta.
Fuente: realmadridbasket.galeon.com |
Pero si no había equipo que
le tosiera en España no ocurría lo mismo en Europa. Fueron dos equipos
yugoeslavos los que le apearon de la ansiada final. Esta temporada 1972-73 el Estrella Roja de Belgrado y la anterior la Jugoplastika de Split.
Para sustituir al capitán Emiliano, al que se rindió un
merecidísimo homenaje en el verano de 1973
en un partido que enfrentó al Real
Madrid con una Selección de Europa
de la que formó parte Nino Buscató, Ferrándiz cazó en EE.UU. a un alero
excepcional, con un infalible tiro exterior, gran capacidad reboteadora y
excelente defensa: Walter Szczerbiak.
Su debut no pudo ser mejor, anotando 46 puntos en el primer partido de la Liga,
en el que el Real Madrid apabulló al
FC Barcelona por 125-65 en el
Pabellón de la Ciudad Deportiva. Walter
permaneció 7 temporadas en el club, consiguiendo 4 Ligas, 1 Copa, 3 Copas de
Europa y 3 Intercontinentales. Además estableció el récord de anotación en un
partido de Liga que aún hoy sigue vigente al anotar 65 puntos frente al Breogán de Lugo.
Esa temporada 1973-74 Walter se juntaba con los medallistas de plata españoles en el
Eurobasket de Barcelona 73 Brabender,
Vicente Ramos, Cabrera, Corbalán, Rullán y Luyk. Y el resultado no podía ser otro que una triple corona.
En España conquistó la Liga
de nuevo invicto, con 28 victorias en otros tantos encuentros. Y se alzó con la
Copa esta vez con más dificultades, 87-85, de nuevo ante el Juventud.
Pero el mayor éxito fue la
conquista de su quinta Copa de Europa. Fue en Nantes, en una final que casi se
suspende por el fallecimiento del Presidente de la República Francesa Georges
Pompidou, ante el intratable Ignis de
Varese en el que destacaban Dino
Meneghin (máximo anotador de la final con 25 puntos y 9 rebotes), Zanatta, Morse, Ossola, Bisson (24
puntos) y Raga (17 puntos). Cuando
los italianos se dispararon en el marcador con 11 puntos de ventaja Ferrándiz realizó dos cambios tácticos
que serían decisivos. Cambió a Cabrera
(16 puntos) por Vicente Ramos para
frenar a Ossola y modificó la
defensa de Meneghin que le fue
asignada a Luyk (14 puntos y 7
rebotes) mientras que Rullán (14
puntos) se encargaba de Bisson. Por
su parte Brabender (22 puntos) se
encargaba de Raga y Walter cumplía con sus 14 puntos. Y el
final fue de infarto ya que Cabrera,
que estaba liderando al equipo, cometió su quinta falta. Ferrándiz optó por darle los dos últimos minutos a Corbalán que con un aplomo increíble
convertiría cuatro tiros libres que a la postre darían el triunfo al Real Madrid.
Y se llega a la última
temporada de Pedro Ferrándiz como
entrenador del Real Madrid, 1974-75. Únicamente la derrota en la
final de la Copa de Europa en Amberes, de nuevo ante el Ignis de Varese por 79-66, no permitió la temporada perfecta del
equipo realizada la anterior campaña. Puesto que en España de nuevo conquistó
la Liga, esta vez con tres derrotas y la Copa ante el Estudiantes, el 26 de abril
de 1975.
Fue un partido que sirvió de
despedida a todo un mito del baloncesto español, una persona todo genio y
figura. Un entrenador que forjó durante 16 años un equipo de leyenda, que ha
marcado una época, que ha pasado a los anales del baloncesto europeo y que se
retiró porque como él mismo dijo: “los
títulos le salían por las orejas”: Don
Pedro Ferrándiz.
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