Esta semana el baloncesto español, europeo ha conocido la noticia de la retirada al final de temporada de un jugador nacido para este deporte, Raúl López, Vic 15 de abril de 1980. Su talento, su conocimiento del juego, han sido referencia en el baloncesto español y ejemplo de muchos jugadores y aficionados en los últimos 15 años.
Todos los aficionados al baloncesto, allí por el año 1999, vibramos con la victoria de unos chavales de 19 años en un mundial de baloncesto y ante la toda poderosa selección de Estados Unidos. En ese momento, y por ser la época que era, el flujo de información era escasa, y en mi caso empecé a investigar el origen de cada jugador y saber en qué equipo jugaba cada uno de sus integrantes, en especial el de dos jugadores que, según leía en las crónicas, más me habían llamado la atención, un tal Juan Carlos Navarro y el capitán de aquel equipo Raúl López. Después de buscar información y llevarme la pequeña desilusión de que ninguno de esos dos jugadores no pertenecían a la cantera del Real Madrid, empecé a seguir los partidos del Joventut, y desde el primer momento, cada actuación de Raúl me dejaba claro que ese jugador era diferente, y que el baloncesto español iba a cambiar su tendencia e iba a empezar a ganar títulos que aún no habíamos conseguido, porque disponíamos de un jugador nacido para jugar al baloncesto y que dominaba todos los tiempos del partido.
Un año después llegó la noticia más esperada por mi, el Real Madrid desembolsaba 300 millones de las antiguas pesetas al Joventut y se hacía con los servicios de Raúl López, fichaje estrella de esa temporada que venía a reforzar una plantilla que acababa de ganar la liga en el quinto partido en el Palau de la mano de Djordjevic. La temporada, en el plano personal, para Raúl, fue muy buena, haciéndose con la titularidad del equipo, dirigido por Scariolo, mandando al banco a Djordjevic, aunque a nivel de conjunto no se lograron ninguno de los objetivos marcados, ya que no se logró ningún título, pero en la grada blanca ya teníamos un nuevo ídolo, del cuál estábamos seguros de que nos iba a traer tardes de gloria.
Esa misma temporada fue drafteado por los Utah Jazz en el puesto 24, elegido para sustituir a John Stockton, y por delante, por ejemplo, de Tony Parker, pero Raúl eligió seguir un año más en el Real Madrid. Este segundo año, donde ya era considerado el líder del equipo, se vio truncada por una grave lesión de rodilla que le obligó a perderse toda la temporada y parar en seco la gran progresión que estaba mostrando día a día.
Tal era la confianza que tenían depositada en él, que los Jazz reclamaron sus servicios al finalizar la temporada, convirtiéndose en el tercer jugador español en la NBA tras Fernando Martín y Pau Gasol, pero el infortunio se cebó con Raúl y en un amistoso de pretemporada contra Rusia, se volvió a lesionar la misma rodilla, perdiéndose la temporada y pasar sin pena ni gloria en su temporada de rookie. En su segunda temporada, las cosas empezaban a marchar bien para Raúl, donde empezaba a destacar y a mostrar todo su talento baloncestístico para el equipo del estado mormón. Pero de nuevo, una lesión, está vez en la otra rodilla, le obligó a finalizar la temporada prematuramente.
Esta mala suerte con las lesiones, condujo a los Jazz a traspasar a Raúl a los Grizzlies, pero este decidió volver a la ACB, de la mano del ambicioso proyecto del Akasvayu Girona, donde podría recuperarse y no forzar demasiado sus rodillas. Su gran temporada en el equipo catalán no le valió para ir a la selección española, pero si le valió para que el Real Madrid retomará el interés en él y le volviera a fichar.
Ese año, el 2007, fue el mejor año de Raúl como jugador blanco, ya que junto a Bullock y a otro Junior de oro, Felipe Reyes, ganaron la copa ULEB y la liga ACB, con actuación estelar de Raúl López en la final. En esos tres años, 2006-2009, se pudo ver al Raúl López que deslumbraba en su época de junior y donde terminó en meterse en el corazón de toda la hinchada blanca, y donde fue el mentor de otra de las señas de identidad del Real Madrid, de un joven Sergi Llull.
Después de esos tres años en Madrid, el dinero del Khimki, y la insistencia de Scariolo en hacerse con sus servicios, cogió las maletas y se marchó a Rusia durante dos años, en los cuales, en el segundo de ellos, consiguió la liga junto a otro junior de oro, Carlos Cabezas.
Para el bien de la ACB, en 2011, fue repescado para el baloncesto español por el Bilbao Basket, donde juega en la actualidad donde ha coincidido con dos de sus mejores amigos desde su segunda época en el Madrid, Axel Hervelle y Alex Mumbrú. En Bilbao, Raúl ha seguido dando lecciones de baloncesto y donde las seguirá dando hasta el último partido de esta temporada.
En lo que respecta a la selección española, debido a sus graves lesiones, no ha podido ser pieza clave de los éxitos de la selección, pero gracias a su pundonor y lucha, y al gran juego desplegado en su regreso al Real Madrid, consiguió la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008 y el oro europeo de Polonia en 2009.
Para terminar, sólo quiero pedir dos deseos; que los libros de baloncesto le den la importancia que ha tenido Raúl en la difusión de este deporte, ya, que aunque no tenga todos los títulos y trayectoria que otros grandes jugadores de su generación, se merece que su magia quede grabada en la historia de este deporte, y si yo tuviera que enseñar a niños como se debe sentir y jugar al baloncesto, me valdría con poner vídeos del Mago de Vic, RAÚL LÓPEZ. Y el segundo deseo es que todas las canchas de España, le rindan el homenaje que se merece, al estilo NBA con Kobe Bryant.
Aquí os dejo un vídeo homenaje a este grandísimo jugador.
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