GALATASARAY 89-75 GRAN CANARIA
En el momento menos oportuno el Gran Canaria dejó de ser el
equipo competitivo que le llevó a disputar la final de la Copa del Rey hace un
mes y que ganó al Laboral Kutxa hace unos días.
De repente dejó de ser un equipo y se convirtió en un cúmulo
de despropósitos individuales que intentaban ganar la guerra haciéndola cada
uno por su cuenta. Como burros con orejeras: mirando únicamente hacia el aro
sin ver lo que pasaba a su alrededor. Y todo ocurrió tras el descanso, después
de una primera mitad en el que el Gran Canaria parecía que podría imponerse ,
incluso, en la cancha otomana como si de una batalla de Lepanto se tratase, con
ventajas en el marcador que hicieron creer que el equipo de Aito daría otra
lección de baloncesto más allá del Insular, pero un triple de McCollum antes
del descanso daba la máxima ventaja al equipo turco (47-40) mientras la grada
se iba convirtiendo en una especie de infierno gualda y grana.
En el tercer cuarto comenzó el despropósito grancanario gracias
a un señor de treinta y cuatro años y con muchos achaques en su cuerpo, que se
llama Lasme y que dominaba ambos tableros. Un parcial de 14-3 en los primeros 6
minutos daba un aspecto de equipo sentenciado a muerte al equipo español y
hacía que los turcos adquiriesen una ventaja de 17 puntos. Ahora sólo quedaba
ver si el maestro del banquillo conseguiría
convencer a los suyos de que había que luchar por la eliminatoria como lo que habían
sido hasta el día de hoy: un equipo.
Pero no fue así y, a pesar de que consiguieron imponerse en
el parcial de los últimos 10 minutos del partido (16-19) los canarios se
dedicaron a convertir el partido en un intento de morir matando a base de
lanzamientos de 3 puntos que no les dio demasiado buen resultado. A pesar de
todo llegaron a estar a 10 puntos de diferencia, pero un último minuto y medio
pésimo hizo que el Galatasaray adquiriese los 14 puntos de ventaja con los que
viajará la próxima semana a las Islas Canaria. Demasiada ventaja, se me antoja.
El sueño de repetir final se convierte en pesadilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario